Prométeme

Cada vez que me miro en un espejo, puedo recordar tus palabras susurradas en mi oído.

"Mírate. ¿Puedes ver lo hermosa que eres? ¿Puedes sentir mis ojos sobre ti? Pon las manos en tu vientre y súbelas hasta los pechos. Acaríciate lentamente, con ternura, como si fueras yo. Siente mi respiración en tu nuca mientras mis manos cubren tus senos. Desliza los nudillos sobre tu suave piel hasta los pezones. Apríétalos firmemente y tira de ellos.

Baja una de las manos por tu vientre, acariciándote con la yema de los dedos. No vayas más allá de tu ombligo. Siente mi boca sobre tu hombro, besándote y mordiéndote suavemente. Mis ojos están clavados en los tuyos.

Ahora, escúchame. Prométeme que cada vez que te mires en un espejo, me recordarás durante el resto de tu vida. Prométeme que si estás triste, te mirarás en un espejo y recordarás mis palabras. Prométeme que si eres feliz, te mirarás en un espejo y recordarás mis palabras.

Por favor, prométeme que nunca me olvidarás."

Y nunca voy a romper esa promesa.