Manos

Por fin, después de tanto tiempo, estamos juntos de nuevo. Estamos juntos de forma real. Ambos los imaginamos durante mucho tiempo. Ambos lo deseamos durante mucho tiempo. Y por fin lo tenemos. 

Sin dejar de besarnos vamos del salón a tu dormitorio. Como es lógico, diriges tú, es tu casa. Tus manos se entretienen en mi cintura, desabrochando mi falda, que cae a mis pies, pero no me tropiezo porque me alzas. 

Me agarro a ti con fuerza, clavando mis uñas en tu espalda. Mis piernas alrededor de tus caderas. Mis labios sobre los tuyos. Tú y yo, solos. Tú y yo, juntos. 

Me tumbas en la cama y, por fin, después de tanto tiempo, obtengo lo que deseo: tus manos sobre mi cuerpo, bajando por mi cuello y mi pecho, adorándome, aprendiéndome.