La Orden del Fénix: diferencias entre el libro y la película.

Cartel promocional
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Si la película de 'El Cáliz de Fuego' fue la de los cambios, hay que admitir que 'La Orden del Fénix' es la de la detracción. Aún no conozco ni un sólo fan acérrimo que se haya leído los libros de cabo a rabo -porque hay fans que sólo han visto las películas-, y que hable bien de ésta. Pero no es lo único. Tampoco conozco a nadie que hable maravillas -o al menos, bien- de este libro. Muchos a quienes conozco lo tachan de excesivamente largo y aburrido. Opino lo mismo, la verdad. Es un libro de 893 páginas (por lo menos la edición española de Salamandra) que apenas “desarrolla” una trama. Quitando el principio y el final, poco más sirve de este libro: no obstante, quiero romper una lanza a favor del mismo.

A pesar de mi opinión sobre él, considero que es un libro 'necesario'. Es decir, lo que encontramos es cómo el Ministerio interfiere en Hogwarts y, sobre todo, vemos las ansias de poder de Dolores Umbridge, su necesidad de sentirse por encima de los demás. Lo que Jotaká nos muestra no es más ni menos que la realidad en el mundo ficticio que ha creado: gobernantes ignorantes que no quieren abrir los ojos por miedo a perder su poder, personas que se creen que por estar en un puesto son mejores que nadie. Y desgraciadamente para la saga, es necesario explicar todo esto. ¿Por qué? Por la única y sencilla razón de que este libro representa una etapa de transición. Pasamos de una época de paz (libros anteriores) a una guerra (los siguientes). Y claro, el cambio de un estado a otro no es radical sino paulatino. Han de tener lugar una serie de acontecimientos necesarios para llegar al punto catastrófico que se narra en los siguientes libros. Por supuesto, a simple vista puede parecer que esta obra tiene gran cantidad de 'paja', 'morralla', 'basura' o como queráis llamarlo, pero es necesario. En la vida real, el comportamiento ante una amenaza es la que se describe en el libro: una parte del gobierno va investigando por su cuenta qué ocurre (en este caso sería la Orden, aunque no se trate de una agencia gubernamental) y otra se dedica a decir “Aquí no pasa nada, todo está muy bien” para mantener a la población controlada. Además, puede ser que esas agencias que van investigando, por el bien del curso de dichas pesquisas y recopilación de información sobre el enemigo, estén callados y no le digan nada a nadie, hasta que sea absolutamente necesario. Dejando ya de lado la base de las “teorías de la conspiranoia”, no tengo más que decir sobre el libro (en cuanto a la trama más importante que desarrolla).

¿Qué os puedo decir de la película en sí? antes de meterme a hacer la comparación entre ambos, os diré que opino que vuelve a existir un cambio en la dirección y que se nota, y vuelve a afectar una vez más al producto final. ¡Y no sólo eso! También hubo cambio de guionista, de lo que sinceramente, me acabo de enterar ahora mismo comprobando el elenco técnico de la película. ¿A quiénes tenemos ahora desempeñando tales labores? En dirección tenemos a David Yates, que viene para quedarse hasta el final de la saga. En guión tenemos a Michael Goldenberg, que sólo aparece en esta película ya que 'mi amigo' Steve Kloves vuelve a la carga en las siguientes. Sin duda, la pérdida más notable para mí, es la desaparición de John Williams como encargado de la banda sonora. También es cierto que para ese momento no tenía contrato firmado y ante la duda (y toque a su puerta de George Lucas) prefirió concentrarse en la vuelta de Star Wars. 

Pero dejemos atrás todas estas complicaciones técnicas, que os cuento de modo anecdótico, y vamos con las diferencias entre ambos medios. 

¿Preparadas? ¡Comenzamos! (Eso sí, prometo hacer esto lo más ligero que pueda xDDD).

Obviamente, en la película acortan muchas tramas y escenas, aparte de los cambios que hacen por el bien de la producción. Los primeros que notamos, y que vienen siendo marca de la casa, corresponden a la castración de las escenas de Harry con su familia biológica y todo aquello que acontece en verano. 

En este libro, Harry mantiene discusiones continuas con sus tíos porque “quiere ver las noticias”. Por supuesto, no le dejan y tiene que esconderse bajo los arbustos para hacerlo. Al final, tras una explosión que se escucha en su calle y otra discusión con sus tíos, Harry acaba en un parque donde tiene otro enfrentamiento con su primo y su banda de amigotes. En la película llegamos directamente a ese parque. Hay claras diferencias, ya que en el libro, Dudley se despide de sus amigos cuando empieza a meterse con Harry. En la versión cinematográfica, están todos los amigos pandilleros riéndose detrás de Dudley cuando estos dos discuten y el primo de nuestro héroe (que debería ser rubio, no moreno... y estar más gordo, pero mejor que no lo esté por la salud del actor) le recuerda a Harry sus gritos nocturnos y cómo llama a su madre, a parte de preguntarle si Cedric es su novio. 

Aquí hay un fallo pero de los gordos, gordos... GORDÍSIMOS. Vamos a ver, Harry se cabrea y lo primero que hace es sacar su varita delante de los amigotes de Dudley. ¿Alguien sabe el motivo? Es más, me parece una auténtica tontería. ¿Dónde queda el estatuto de secreto de la magia? No lo sé, pero eso no es lo peor. Ninguno se asombra de ver a Harry con 'un palito en la mano', sólo se ríen cual hienas. 

¿Recordáis que en artículos anteriores os he dicho “esto afecta a tramas futuras”? Aquí tenemos un claro ejemplo: Arabella Figg. Un personaje del que nunca hemos visto ni oído ninguna referencia en las películas y ahora nos aparece la ancianita que parece saberlo todo sobre Harry, mientras le ayuda a llevarse a Dudley. Al menos, Arabella le ofrece las explicaciones necesarias sobre qué hace ella en Privet Drive. Eso sí, mediante dicha explicación dan a entender que la señora Figg es nueva en el barrio, ya que “después de que Voldemort matase a Cedric Diggory el año pasado, no pensarías que iban a dejarte solo, ¿verdad?” (palabras textuales del personaje).

 

Inciso técnico: ¿os habéis fijado en el cambio de los dementores? Es más, ¿os habéis fijado que a cada película estos bichos oscuros tienen aspecto diferente? Siempre os digo que 'hay que lucir efectos especiales'; sin embargo, opino que hay ciertas cosas que no deberían cambiarse y los dementores son una de ellas. Hay más, que ya veremos en futuras entregas de estos artículos. 

Por supuesto, acortan la reacción de Petunia y Vernon... y eso implica que no llegue al Nº4 de Privet Drive un howler misterioso con el mensaje “No olvides mi última...”. No vemos a Vernon echando a Harry de la casa, ni a Petunia imponiéndose a su manera, diciendo que no, que Harry no se va de allí. Tampoco nos muestran que Petunia no es tan ignorante del mundo mágico como siempre hemos pensado. No obstante, sí aparece la carta del Ministerio. 

Y de repente, llega la Orden del Fénix a buscar a Harry. Se han saltado las escemas que he mencionado, pero admitámoslo: han hecho bien. Alargarían mucho la película... que curiosamente es la más corta (hasta el momento) a pesar de estar basada en el libro más largo. El reencuentro entre Harry y el resto de magos, me resulta un poco insulso. Falta mucha trama de esa parte, muchas explicaciones que en Grimmauld Place tampoco se dan. Por cierto, muy buen detalle el repentino cambio de color de pelo de Tonks, pero, ¿para qué ponerlo si no se explica que es una metamorfomaga? Aún más, cuando el único beneficio que sacan de ello, es poner a Tonks a hacer el payaso una vez que están en el cuartel. Eso sí, el vuelo por Londres es todo un auténtico despliegue de efectos especiales, una vez más, lo mismo que la aparición de la casa Black. Aunque... a ver, ¿no se supone que la casa está oculta por un hechizo fidelius? Entonces, ¿por qué Moody la hace aparecer con unos golpecitos en el suelo? Un pequeño detalle que influye en la trama en sucesivas películas. 

 

Sin embargo, lo 'peor' de la película no es el cambio en la trama, las cosas que ignoran, las cosas inventadas... Lo peor es la falta de emociones. Estamos en un libro plagado de emociones negativas, pero emociones. Harry no un hombre, pero tampoco es un niño. Está en plena adolescencia, en 'la edad del pavo'. Ojo, no sólo él, sino también el resto del trío y otros personajes jóvenes de la película. Dicho esto, rompo otra lanza a favor del libro, donde sí vemos a un Harry cabreado. MUY cabreado por todo lo que está pasando. Ha estado incomunicado durante el verano, encerrado en una casa donde ni quiere estar, ni quieren que esté; con el problema Voldemort a sus espaldas, ha visto a un compañero suyo morir ante sus ojos, se entera de que una vecina ha estado vigilándolo toda su vida y que, encima, ya no es la única que lo hace porque hay magos adultos que montan turnos para custodiarle... Son muchas cosas. Así que emocionalmente es un caldero en ebullición constante, al que hay que añadirle las mentiras, o la falta de información, que hace que Harry esté muy cabreado en los capítulos iniciales del libro. 

¿Qué vemos en la película? A un chico que está molesto. A ver, no creo que haya sido un problema de interpretación por parte de Daniel Radcliffe, sino un problema de dirección. Fuera por lo que fuera, y me inclino a pensar que es por aquello que ya he dicho antes de que “Hay que dar buen ejemplo”, no vemos a Harry gritándole a sus amigos mientras les reclama que no se hayan puesto en contacto con él ni le hayan contado todo lo que saben, cuando él siempre lo ha hecho. En vez de los gritos, usan un tono de voz ligeramente elevado y molesto, cargado de ironía (más propia de Severus que de Harry) que apenas deja traslucir lo que realmente siente.

En este punto de la película tiene lugar en la cocina de Grimmauld Place la cena de casi todos los miembros de la orden. Lo que me lleva a lanzaros una pregunta que tiene que ver con el artículo anterior. Vamos a ver... ¿alguna sería capaz de explicarme la diferencia entre “las apariciones” de los gemelos, los mortífagos y los miembros adultos de la orden? Me refiero a que nuestros queridos nazarenos góticos aparecen entre una nube de humo negro, los miembros de la orden en humo blanco (como se ve al final de película), pero los gemelos simplementeaparecen. Antes no estaban y ahora sí. Sencillo y fácil. Pero no encuentro una razón lógica para que “usando el mismo medio de transporte” los resultados sean diferentes. Es como si, de repente, al usar la red flu a uno se le ponen las llamas de color amarillo, a otro en el verde de siempre y después a otro grupo más de color rosa fosforito. No lo entiendo. 

 

Os hago una aclaración: esta vez, aunque estoy comparando el libro y la película al mismo tiempo (como he hecho en los artículos anteriores), no me estoy 'guiando por el libro'. Es decir, en las anteriores ocasiones miraba un par de capítulos del libro y unas escenas de las películas y entonces comentaba las diferencias. Pero en este caso es imposible seguir este procedimiento, si no quiero volverme loca y que el artículo sea muy extenso. ¿Cómo lo estoy haciendo? Me veo una escena y al terminar, la busco en el libro, donde tengo marcado por dónde me había quedado en la escena anterior. Así os puedo hablar de cosas que faltan pero sin entrar en grandes detalles. No merece la pena porque sólo conseguiría una ingente cantidad de información y que esto fuera muy aburrido, y no es plan xD.

Dicho esto, se supone que ahora vamos al Ministerio para tomar parte en la vista. ¿Qué se dejan por aquí en medio? Sobre todo, escenas entre Sirius y Harry, con diversas charlas: la esperanza de Harry de vivir con Sirius si el ministerio no le permite volver al castillo, la familia de Sirius (junto a la explicación de que era partidaria de Voldemort, que su hermano fue un mortífago más tarde asesinado, se muestra el tapiz con el árbol familiar...). Kreacher también tiene su momento importante aquí: se ve que el elfo sabe más de lo que parece por ser un simple elfo. ¿Qué más? ¡Ah, sí! Harry sigue cabreado y una voz en su interior no para de dar la lata. Además, le duele que Albus le ignore, que no hable con él ni le ofrezca las explicaciones pertinentes. 

La visita al Ministerio se acorta mucho. Normal. No encontramos el periplo por el edificio de una oficina a otra, ni los mensajes encubiertos entre Arthur y Kingsley. Son más claros, van a lo que van: el juicio. Por supuesto, cambian cosas para mejor y con el objetivo de que el desarrollo sea mucho más ligero (que aunque no lo parezca, llevamos 20 minutos de película). 

Una cuestión que se me ha olvidado comentar es que una de las cosas que Harry descubre en Grimmauld Place es una pelea en la familia Weasley: Percy ha dado de lado a su familia. ¿Cómo se ha reflejado en la película? Prácticamente se ha ignorado este hecho. De la misma forma que no aparece Bill en la mansión, tampoco aparece Percy, ni se le menciona. Sólo se le ve en la película de forma muy superficial. 

En los siguientes días, pasan muchas cosas en la casa que no nos muestran: Harry sigue enfadado, ahora con más motivos ya que Hermione y Ron han sido nombrados prefectos. Dumbledore pasa de él, como si fuera un chicle pegado en una baldosa.

Hay un cambio muy transcendental en la estación del tren. Canuto aparece por ahí... y... a ver... en serio… ¿De dónde se ha sacado Sirius ese abrigo negro? ¿Dónde lo llevaba como perro para mantenerlo bajo su posesión como humano? A parte de eso, encontramos que Sirius le da una foto a Harry. Me hago la misma pregunta: ¿dónde tenía guardada la foto? Pero aparte, debéis saber que esa foto se la enseña Moody a Harry. 

 

Otro gran cambio se produce durante la llegada a Hogwarts. Cortan todo lo que ocurre en el tren: Harry se queda a solas con Ginny porque Hermione y Ron están en el vagón para prefectos. ¡Claro! Si no se dice que lo son, ¿para qué hacer esa diferencia ahora? No vemos la auténtica presentación de Luna, ni a Cho intentando llamar la atención de Harry, pasándose por su compartimento para saludar. Tampoco la buena relación que hay con Neville, el eterno marginado olvidado de la saga. Por cierto, aquí Ginny no aparece para nada, y es Hermione quien presenta a Luna... aunque realmente no sé de qué se conocen. 

¡Bravo! En este punto tengo que aplaudir, porque aunque no posea un significado total, respetan una frase de Luna con algún ligero cambio, pero que en esencia es la misma: “No estás loco. Estás tan cuerdo como yo”. Hasta ahora no sabemos nada de ella, sólo que está sobre el carruaje, pero en el libro se sabe mucho más y la chica ha demostrado ser, cuanto menos, especial. Además, considero que Luna ha sido una gran aportación a los libros, e Ivanna Lynch lo hace genial. Sabe darle ese toque único, esa aura de loca creatividad, de pensamientos fantásticos sin límites en los que, aunque la lógica no acompañe, nos llevan directos hacia grandes verdades. 

Afortunadamente dejan de lado la ceremonia de selección y van al grano en esta parte: el patético discurso de una mona vestida de rosa, que intenta tirarse los peos más altos que el culo. Sí, hablo de nuestra querida Dolores Umbridge. Tenemos la pelea en la sala común de Gryffindor: Harry vuelve a ser un paria dentro de su propia casa, hecho que esta vez respetan en la película. Aunque la pelea no es tan fuerte como en el libro, pero al menos la han puesto. 

La clase con Umbridge está bien hecha, con los alumnos protestando por el temario, y después de que Harry cuente unas cuantas verdades, toca “El Castigo”. Sí, ese en el que Harry se graba en la piel la frase 'No debo decir mentiras'. Lo que no han puesto es la charla que tiene Minerva con Harry, ya que Dolores le manda al despacho de la Jefa de Gryffindor. Una pena que no la incluyeran porque ver a esta estricta mujer ofreciéndole galletas... perdón, obligando a Harry a comerse las galletas mientras hablan, es sublime. Cómo le trata y le aconseja para que no se meta en líos. También tenemos a Ron y Hermione haciendo trabajo de prefectos: los gemelos están con su negocio y las víctimas los conejillos de indias suelen ser alumnos de primer año. Tampoco se ven las clases con Snape, Trelawney o Grubbly-plank (que sustituye a Hagrid en Cuidado de Criaturas mágicas).

Además, volvemos a vivir los cismas del trío dorado: Harry está dolido, celoso e incómodo con el hecho de que Ron sea prefecto. También se siente herido en su orgullo por culpa del castigo de Umbridge, y Angelina (nueva capitana del equipo de quidditch) no deja de presionarle con las próximas pruebas para el equipo. La reacción de Harry, ante todo esto, es callarse y no exteriorizar nada de lo que le pasa, porque opina que sus amigos también le ocultan cosas. En el caso de Ron es así: ha estado entrenando para presentarse a las pruebas y no le ha dicho nada a nadie. Es ahí cuando Ronald, el “tonto” del grupo, se da cuenta de que Harry tiene la mano herida. 

Sin embargo, en la película, tras una divertida escena donde encontramos a los gemelos viendo sus productos y sin saber cuánto tiempo lleva Harry yendo a su castigo con Umbridge, es Hermione la que descubre por ciencia infusa lo que pasa en su mano. (Porque claro, Hermione SIEMPRE lo sabe todo). 

Aquí hay una escena entre Luna y Harry que no sitúo bien, al igual que la escena de la discusión entre Minerva y Dolores en pleno pasillo. No las encuentro por ningún lado en el libro, pero vamos, que puede ser que se las inventaran o las cambiaran de sitio. Sin embargo, todo sigue su curso natural, Dolores es nombrada Suma Inquisidora y comienza con sus entrevistas a los profesores durante las clases. Puede ser que, como el encuentro de estas dos mujeres durante dicha entrevista ante los alumnos no aparece en la película, hayan decidido crear esta escena. Ya sabéis, un cambio de los que tanto les gustan. Eso sí, la represión a la que somete al alumnado esta mujer durante todo el curso, se ve bien representado por unos minutos de película donde la vemos llevar a cabo dichas entrevistas, cómo va lanzando hechizos a los alumnos para separar a las parejas o colocarles bien el uniforme, y el pobre Filch, que no para de colgar un cuadro tras otro con las nuevas disposiciones inquisitoriales. Finalmente, Trelawney es la única profesora despedida. 

 

¿Qué pasa de un punto a otro en el libro? Pues que Harry, Ron y Hermione parecen volver a llevarse estupendamente. Hay varios encuentros entre Sirius y Harry vía red flu. Atacan a Hedwig cuando ésta iba a entregarle una carta a Harry, los entrenamientos de Quidditch han sido un desastre, se hace la primera reunión de alumnos para formar lo que más adelante será el “Ejército de Dumbledore”. Percy le manda a Ron una carta instándole a que se aleje de Harry porque no es bueno para él y podría perder su insignia de prefecto. En una de las charlas por chimenea entre Sirius y Harry, aparece una mano regordeta y horrible para atrapar a Sirius, lo que hace que los chicos deduzcan que ha sido Umbridge la que ha atacado a Hedwig para vigilar el correo de Potter. Y por supuesto, Harry sigue con sus castigos, con sus peleas con Malfoy (que pasan totalmente desapercibidas en las películas, pero en ésta se lleva la palma), las clases con Snape y éste metiéndose con él. Hermione haciendo presión con los TIMOS y los estudios en general. 

Y muchas más escenas que, desde luego, han cambiado de lugar... básicamente porque ésta, la de Umbridge echando a Trelawney del castillo, ocurre alrededor de la página 612 y antes de eso, íbamos por el capítulo 15, en la página 321. Pero aquí podemos ver un fallo dentro de la película. A ver, si echan a la profesora de Adivinación... ¿quién da la asignatura el resto del curso? Quienes hemos leído el libro, sabemos que lo hace Firenze, pero en la película no aparece. Es más, no se menciona ningún nuevo profesor. 

Bueno, aquí han reacomodado las conversaciones con Sirius. Atentos, otro cambio con respecto a las películas anteriores: en 'El cáliz de Fuego', la cara de Sirius aparece dibujada sobre las cenizas y troncos de la chimenea. Aquí, se ve la cara en las llamas. Cambio técnico que una vez más demuestra que película a película hay que lucir nuevos efectos, aunque sea en estas tonterías y cambien elementos ya establecidos. 

Es a partir de aquí cuando se forma el ED, con su reunión en Cabeza de Puerco. A ver, hay algo que cambian de esta parte de la historia: quienes hayáis leído el libro, recordaréis a una alumna llamada Marieta, íntima amiga de Cho Chang. Ya contaré cosas de ella más adelante. Y ahora que hablo de Cho, hay que mencionar también a Ginny. Nuestra única comadreja femenina está saliendo con un chico de otra casa, algo que hace enfurecer a Ron... pero ante lo que no puede hacer nada. 

Otro de los desaparecidos de esta película es Dobby. ¡Sí! Nuestro amigo el elfo doméstico aparece en el castillo porque está trabajando en él, y se ha traído a Winky. Es él quien proporciona la información sobre la sala de los menesteres. Por fortuna, le han conferido algo de protagonismo a Neville, ya que hacen que sea él quien descubra la sala. Sabemos que durante el libro, esta mujer empieza a investigar, como puede, qué están haciendo los chicos, mientras crea la Brigada Inquisitorial. Vemos que Umbridge ha decidido hacer entrevistas a los alumnos, mientras el ED sigue adelante con su trabajo en grupo. 

Aquí cabe destacar el sutil humor inglés que se sucede una y otra vez, por la forma en que los chicos despistan a Filch con sus bromas. Humor inglés, dirigido por un inglés, como ya ocurrió en la película anterior, pero que en este caso parece estar “mejor elaborado, aunque me imagino que dependerá de la manera de dirigir de cada uno de los directores. Además, me gusta la forma en que Yates ha sabido mezclar los tiempos de las escenas. Por ejemplo, antes, en el caso de la entrevista a Trelawney, podíamos ver que se mezclaba con la de Severus, con ciertas aplicaciones de la nueva normativa creada por Umbridge, o a Filch, colgando los anuncios con las reglas en la pared, para volver al machaque emocional al que Umbridege somete a Sybil. Aquí pasa algo parecido: vemos varias reuniones del ED intercaladas con imágenes del pobre Filch siendo víctima una y otra vez de las bromas que el destino perpetra para despistarle y que no pueda atrapar a los alumnos. Un ejemplo: dejarle una caja de bombones marca Weasley que le provoca pústulas en la cara, en otra ocasión consiguen que se duerma mientras espera la salida de los chicos y ésta se produce por otro lado del pasillo...

 

Llegamos entonces a las vacaciones de Navidad. Y con ello llega 'El Beso'. Sí, el que se dan Cho y Harry en la sala de los menesteres. Muy bonito, para qué negarlo... aunque siempre he pensado que deberían estar más juntos físicamente. Siento que es un beso demasiado forzado, ya que hay mucho espacio entre ellos. A continuación, tiene lugar otra escena en la que creo que se nota la dirección de Yates: la charla entre los amigos sobre el beso. Si nos fijamos en Hermione, observamos que tiene una postura muy rígida: la espalda muy recta, las manos bien colocadas sobre el regazo, las piernas juntas. No sé, siempre me ha parecido que demostraba una actitud muy artificial. Sabemos que Hermione es una repipi sabelotodo pero no una estirada. Creo que son pequeños detalles como estos los que hacen que se perciban las diferencias entre los directores de la saga. 

Antes de que los chicos se vayan a casa por Navidad, ocurre algo importante: Harry tiene la visión de Arthur Weasley siendo atacado por Nagini. Hasta ahora he obviado las pequeñas visiones que ha ido teniendo Harry, porque prefiero hablaros de ellas al final. Sin embargo, aquí acaban de fastidiar una parte de la historia pero a base de bien, cosa que me toca como buena snarryana que soy: se cargan las clases de oclumancia. 

Para empezar, en el libro se dan muchas clases y aquí sólo vemos un par de escenas. También la línea temporal de estas clases se ve alterada, ya que se supone que pasa lo de Arthur, se van a Grimmauld Place y estando allí, aparece Severus con una cara de mala leche impresionante porque tiene que hablar con Harry para comunicarle lo de las clases de oclumancia. Cabe destacar que durante esa visita de Severus tiene lugar una pelea entre éste y Sirius, motivo por el que Harry tiene que meterse en medio de ambos para poder separarlos, ya que casi llegan a pelearse al estilo muggle. En la película, lo que vemos es que los chicos están en el despacho de Albus porque deben contarle lo de Arthur, llega Severus y Albus le dice que “no pueden retrasarlo más”. ¿Qué hace Severus? Coger a Harry de la manita y llevárselo a rastras hasta la mazmorra, donde le da la primera clase de oclumancia. Sin embargo, como he dicho, ya me extenderé sobre este punto un poco más adelante. 

Por supuesto, las vacaciones las acortan y no vemos nada de las visitas de los Weasley a San Mungo, quitándole de nuevo protagonismo a Neville. Aquellos que no habéis leído los libros, debéis conocer un dato importante: los Longbottom están en San Mungo porque fueron torturados hasta la locura por varios mortífagos. A saber: Bellatrix y Rodolphus Lestrange y Barty Crouch Junior. Además, en la visita al hospital mágico, descubren cierta información sobre un empleado del ministerio, que muere más adelante. Por supuesto, es uno de tantos personajes ultra-secundarios que se comentan en la saga, de esos de los que se sabe bien poco pero que son parte importante de la trama, porque aquello que les ocurre da pie a sucesos más importantes. 

Pero volviendo a Neville, tengo que contaros algo más a los que no habéis leído el libro. Durante las películas anteriores se ha nombrado de pasada a su abuela. Incluso en 'El Prisionero de Azkaban', vemos a Snape disfrazado de la abuela de Neville en el accidente con el boggart. Nunca se ha explicado el motivo, hasta el libro anterior... pero claro, en la película no se ve cómo Dumbledore se lo cuenta a Harry (tras meterse en el pensadero y ver los recuerdos de los juicios a mortífagos tras la primera guerra) y ésta tampoco. Es más, Harry no está solo cuando se encuentran a Neville. Ron, Hermione y Ginny están con él, y se quedan muy tocados al ver cuál es la situación real de su compañero de casa. Cabe destacar también que se encuentran con Gilderoy Lockhart, personaje del que no sabíamos nada desde 'La Cámara de los Secretos'. El pobrecito está totalmente desmemoriado, aunque sigue manteniendo sus ínfulas de celebridad.

Lo que hacen en la película (para rellenar algo de hueco durante las vacaciones) es mostrarnos el tapiz de los Black mientras Sirius y Harry hablan sobre las preocupaciones de Harry. Nuestro joven héroe reconoce que no está bien, que está todo el día de mal humor y que está preocupado por convertirse en una mala persona. ¿De verdad está cabreado? Porque en la película no lo demuestra, ni siquiera cuando debe hacerlo. Lo llamativo es que esta conversación es prácticamente igual a la que se mantiene en el libro, a los pocos días de estar Harry en Grimmauld Place. 

 

Otro hecho peculiar es que es ahora cuando Hagrid también vuelve de su período de descanso. Para los que no habéis leído el libro, os cuento que Hagrid llega a las 2-3 semanas de empezar el curso, como mucho un mes y medio más tarde. Jotaká no suele dar información exacta sobre las fechas a no ser que sean Halloween, Navidad, San Valentín... de ese estilo. El caso es que Harry está con Cho cuando Hermione le cuenta que Hagrid ha regresado y nuestro niño de ojos verdes se va con sus amigos para verlo. Por supuesto, esta parte está muy cortada y no se cuenta todo lo que pasa en el libro, cosa entendible y que se agradece.

Sorprendentemente, la fuga de varios mortífagos de Azkaban sí está contada en su lugar correspondiente dentro de la historia. Y esto arregla un poco el fallo que han tenido con los padres de Neville. A mi parecer, lo arreglan muy bien: es el propio Neville quien le cuenta a Harry la situación de sus padres y cómo se siente realmente con ello. 

A estas alturas de la película, vemos que Umbridge descubre el paradero del ED e irrumpe en plena Sala de los Menesteres derrumbando una pared. A su lado, tenemos a varios de los miembros de la Brigada Inquisitorial, mientras que Draco tiene a Cho cogida de la túnica. ¿Recordáis que antes mencioné a una Marietta, íntima amiga de Cho? Pues ha sido ella quien se ha chivado de la existencia del ED. ¿Cómo se sabe? Pues porque Hermione, muy lista ella, hechizó el pergamino donde los alumnos se apuntaron para el grupo de estudio, de forma que si alguno abría la boca, conseguiría que la cara se le llenara de granos formando la palabra CHIVATO. 

Vuelven a existir ciertas reacomodaciones de partes de la trama, pero que medianamente se pueden pasar por alto. Es más, en el libro ya nos hemos puesto a la altura de la expulsión de Trelawney. ¿Qué nos hemos dejado en medio? Más clases de Oclumancia, más charlas de los chicos comparando las noticias que salen en El Profeta con lo que saben. Conversaciones con Hagrid, que últimamente está muy magullado. A Firenze como nuevo profesor de Adivinación y los consejos éste pide que Harry le retransmita a Hagrid. A los elfos domésticos por ahí. Es más, en el libro, Dobby se aparece en el entrenamiento del ED para avisar de que Umbridge va para allá. Y están los momentos en los que Cho y Harry tontean, e incluso tienen una cita en San Valentín. Claro que Cho se enfada y deja a Harry porque éste (que no tiene muchas luces) ha quedado también con Hermione (anda que ésta también se las trae, aunque fuera con toda la mejor intención del mundo) en Las Tres Escobas porque ha tenido una magnífica idea: que Rita Skeeter le haga una entrevista a Harry para El Quisquilloso.

Sin embargo, en la película encontramos el momento en el que Dumbledore se autoacusa del grupo de estudio que han montado los chicos y huye del castillo, lo que acaba con Umbridge como directora del colegio. Hogwarts cambia radicalmente: ya no tiene un sólo cuadro en sus paredes, por megafonía no se para de reproducir una grabación con la nueva normativa del colegio; en definitiva, se nota que el lugar resulta más lúgubre para los alumnos. 

El cambio de esa escena supone que el todopoderoso Dumbledore para el tiempo durante unos segundos y da una serie de indicaciones para la orden. Por supuesto, el Ministerio no para de buscar al director... pero no lo encuentran. Tras su huida, Hagrid se lleva a los chicos al bosque y les presenta a su hermano Grawp, antes de pedirles ayuda con él, en caso de que tenga que abandonar el castillo. 

Aquí acontece otra clase de Oclumancia en la que ¡por fin!, Severus tiene algo de protagonismo: Harry consigue adentrarse (accidentalmente) en los pensamientos de nuestro profesor de pociones para ver un recuerdo de su padre humillándole. Cierto que en el libro ocurre de forma diferente, pero esto no es de lo peor que han hecho con una escena de Severus. En la versión original, el profesor debe salir de su despacho porque un alumno suyo ha aparecido. Concretamente un alumno que no se menciona en ningún momento en la película, pero al que los gemelos Weasley han metido en un 'armario evanescente'. ¿Os suena? Es un armario que está en la sala de los menesteres, que sigue activa, ya que Umbridge no ha roto la pared y bueno... se transforma en lo que le hace falta a los habitantes del castillo, y en un momento determinado, se transformó en un trastero para que Fred y George metieran ahí a este alumno (perteneciente a la Brigada Inquisitorial).

 

A partir de aquí, los acontecimientos se precipitan. Los chicos están en pleno examen de TIMO cuando Fred y George hacen de las suyas. Realmente, llevan tiempo gastando bromas pesadas (desde que se fue Dumbledore y Umbridge es directora) y ningún profesor hace nada, excepto llamar a la Directora para que lo solucione, porque “no saben si están capacitados como profesores para arreglarlo”. Entre una escena y otra, obvian más peleas entre Cho y Harry, quienes acaban dejando su relación, la llamada por flu de Harry a Grimmauld Place para que Sirius y Remus le expliquen su comportamiento adolescente y el de su padre. ¿Qué más se dejan por el camino? Ver a los alumnos histéricos por los TIMO y trapicheando con sustancias de dudosa procedencia, calidad y efectos, los propios exámenes en sí y las visitas de los chicos a Grwap. 

Como he dicho, aceleran todo lo anterior, de forma que no vemos a Harry hablando por flu con Kreacher. ¿Por qué llamaría Harry a Grimmauld Place de nuevo? Pues porque ha visto una visión, valga la redundancia, de Voldemort en el Ministerio, con Sirius a sus pies y torturándole. Pero los pillan en el despacho de Dolores y bueno, después de que Harry le dé un mensaje en clave a Severus (quien niega saber de qué habla Harry), a Hermione se le ocurre un plan y ella, Harry y Dolores acaban en el bosque prohibido. 

Ya sabemos que Dolores no es que sea muy 'tolerante' respecto a semi-humanos... ni siquiera a otros humanos que no piensen como ella, así que cuando aparecen los centauros se monta un buen lío y finalmente los chicos huyen. 

 

Aquí encontramos otro fallo de la película. A ver, se supone que los chicos, excepto Luna y Harry, no ven a los thestral (los caballos negros y alados que llevan los carruajes desde el pueblo al castillo) pero sin embargo, Hermione, Ron, Ginny y Neville montan en ellos que da gusto. Pero bueno, que los chicos consiguen llegar al Ministerio, que era lo que tenían que conseguir. 

Aparecen directamente en la Sala de las Profecías, y claro, Harry tan imprudente como siempre, coge la profecía que lleva su nombre. Considero que esta es la mejor escena de toda la película, a distintos niveles: guión (Malfoy intentado que Potter se les una), cámara (los movimientos de cámara son rápidos pero precisos), efectos especiales (¿hace falta que diga algo con tanto humo negro, hechizos, estanterías de profecías cayendo y humo blanco?) y actuación (los chicos y los adultos lo hacen estupendamente). Es una escena que nos muestra la auténtica acción de este libro de una forma muy fiel a la obra literaria: la eterna lucha entre el bien y el mal, la 'magia negra' contra la 'blanca'. Con un sólo grito nos muestran lo psicológicamente tocado que está Sirius, cuando antes de ser asesinado por Bellatrix llama a Harry por el nombre su padre. La locura insana de Bellatrix, gritando eso de “yo maté a Sirius Black”. Y el reencuentro entre Voldemort, Harry y Dumbledore. 

Si lo de antes fue una lucha entre el bien y el mal, se trató en realidad de una batalla llevada a cabo por peones. Ahora tenemos a los auténticos dioses de cada lado. Agua y Fuego combatiendo, cristales rompiéndose que luego son usados como armas por uno y otro, pulverizando ese cristal que le ataca. 

La única queja que puedo tener respecto a esta escena es acerca de la posesión de Harry por parte de Voldemort. Más que nada porque ya me pareció patético en el libro, aunque admito que la actuación de Daniel mientras se retuerce por el suelo está muy bien. El problema radica en esa frasecita de “siento lástima por ti”

Y por fin, nuestro Ministro favorito (léase con ironía, por favor) decide abrir los ojos y aceptar que Voldemort ha vuelto. Entiendo perfectamente que no se vea el paseo por todo el Departamento de Misterios. Hubiera sido un engorro, habrían alargado la película y además, hubiera supuesto mucho más gasto en efectos especiales por todo lo que contiene dicho departamento. 

 

A dos capítulos del final del libro y unos 14 minutos del de la película, llegamos a una parte que me indigna enormemente. Sí, hay que aparentar y dar buen ejemplo, así que omiten y cambian todo un capítulo: aquel dedicado al monólogo de Dumbledore, donde vemos a Harry realmente cabreado. Destroza el despacho del director, le grita, le insulta e incluso, Dumbledore le dice que si le da el puñetazo que sabe que desea darle, que lo haga porque está en todo su derecho. Un capítulo entero, donde el gran y merlinizado Albus Dumbledore reconoce que ha metido la pata hasta el fondo, que ha estado años ocultándole la verdad a Harry por eso de que le tenía cariño al chico y no quería herirle ni hacerle daño si le empujaba contra el duro muro de la realidad. 

Durante la batalla en el ministerio, se pierde la profecía sin que nadie la oiga. Pero aquí, Dumbledore le enseña un recuerdo de la misma porque fue Trelawney quien la lanzó durante su entrevista como profesora de Adivinación. Y además, el director le explica lo que significa dicha profecía y cuenta otra verdad: Voldemort le designó como su igual. A Harry, que también es mestizo, y no al chico de sangre limpia nacido al final del séptimo mes e hijo de una pareja que le había desafiado tres veces. En otras palabras: Neville Longbottom. 

La película muestra una escena insulsa, con un Harry abatido mirando al suelo y escuchando un pequeño desvarío de Albus, y poco más. Después, la película acaba con los chicos juntos yendo hacia el Expreso. Sin embargo, el libro continúa: falta casi un mes para acabar las clases. Un mes durante el que Harry evita a sus amigos, sobre todo a Neville (acerca del que no sabe qué sentir, porque podría haber sido él, ¿no?), huye de todos y les miente. A Ron y Hermione les dice que va a ver a Hagrid, a Hagrid le dice que va a ver a Ron y Hermione, pero en realidad se dedica a dar paseos a solas. Con la única persona que mantiene una conversación civilizada es con Luna. 

Finalmente el libro acaba con la vuelta a la estación y la amenaza de varios miembros de la Orden a la familia de Harry para que lo traten bien durante las vacaciones. 

 

Como habéis podido observar, hemos encontrado cambios lógicos. Ya dije al principio que este libro no me gusta, pero que “estoy de acuerdo con su existencia”. También he de decir que partiendo de esa base, considero que la película es hasta buena... mala, pero buena. Es decir, “podría ser peor”, como diría Igor en “El jovencito Frankenstein”. La película, para ser la más corta hasta entonces (2 horas y 9 minutos de película, el resto son créditos) y estar basada en el libro más largo... no lo han hecho mal del todo. Eso sí, hay momentos en los que la película se hace insufrible, especialmente cuando Umbridge está metida de por medio... Vale, de acuerdo: toda la película es insufrible, quitando los minutos iniciales y la batalla del Ministerio... ¡Está bien! Lo único que sirve de la película es la pelea. El resto lo han llevado “como han podido”, quitando muchas cosas por todos lados. 

Porque sí, señores, han quitado más cosas:


  • La relación entre Harry y Cho no se basa en un simple beso. No, tienen un par de citas, mucho tonteo e inseguridades por parte de ambos. Y acaba rompiéndose por culpa de Marietta y de los celos absurdos y casi patológicos que tiene Cho de Hermione. Aparte de que Cho es una llorona: a cada momento le vemos la lagrimita cayéndole por la mejilla.
  • La limpieza de Grimmauld Place. Este es uno de los errores más graves de toda la saga. ¿Por qué? Pues porque en los libros (y por ende, en películas posteriores) se ignora el hecho de que hay ciertos objetos que estaban en la casa y que se tiran en esa limpieza. Vale, imagino que ya habréis visto 'Las Reliquias de la Muerte, Parte 1': me refiero al relicario con el alma del Voldemort, que estaba en la casa pero se deshicieron de él sin darse cuenta.
  • El ninguneo de Draco. En esta película si dice cuatro o cinco frases mal contadas, y se le ve de fondo de vez en cuando, mucho es.
  • Los elfos domésticos: no aparece ninguno. Y eso que más adelante tienen su momentito estelar.
  • El PEDDO: ¡y menos mal! Hermione sigue con su cruzada para ayudar a los elfos y se dedica a tejer gorritos y prendas de lana.
  • Los partidos de Quidditch. Se ha hecho la copa de las casas, pero entre que Umbridge no quería darle permiso a Gryffindor para que siguieran adelante con su equipo y que después retiró a los gemelos y Harry del mismo, los partidos no han tenido lugar. También es un acierto en cuestión de duración de la película y en presupuesto económico.
  • Kreacher: ya qué que he dicho antes que no aparece ningún elfo. Me refería a los del castillo. Al elfo de los Black nos lo presentan, lo vemos en algún momento por la casa criticando, insultando y murmurando sobre todos aquellos que están en la casa. Nada más. No se nos explica lo que ha hecho este elfo doméstico: tras una orden mal dada por Sirius, Kreacher va a la casa de los Malfoy. No puede contarles lo que sabe sobre la Orden, ni sus planes, pero “entra al servicio” de la albina familia. Así, cuando Harry tiene la visión en la que Voldemort tortura a Sirius y llama a la mansión Black, es Kreacher quien le atiende y le dice que su amo no está... como le habían ordenado los Malfoy.

 

Por último, quiero destacar dos aspectos del libro:

  1. No sé si os habéis fijado en un pequeño detalle acerca de los padres de Harry. Durante toda la saga, a Harry sólo le hablan de James. Los profesores, Sirius, Severus, Albus... sólo le hablan de su padre y nunca dicen nada de su madre. Ahora diréis: “Pero Pes, que el profe de pociones de la sexta sí habla de Lily y bueno... ahí tenemos lo de Severus, ¿no?”. Os explico: en los libros, nadie le dice una palabra a Harry sobre Lily. Lo que acaba sabiendo... lo sabe por lo que lo sabe (los que no han leído los libros, ya me entenderéis cuando veáis la última película). En las películas, las escenas en las que alguien le comenta a Harry algo sobre Lily, es porque lo han creado para eso.
  2. La identificación entre Voldemort y Harry. durante la película, nuestro héroe tiene visiones. Algunas. Pero en el libro sufre de constante dolor de su cicatriz, experimenta las visiones y siente lo que siente Voldemort. Es decir, si nuestro malo maloso está feliz, Harry nota esa felicidad. Si por el contrario, el mago más tenebroso de todos los tiempos está molesto o enfadado, Harry también lo nota. Además, en sus visiones Harry ES Voldemort. Un hecho clave para el final de la saga, pero sin embargo, hasta el último libro no se explica el motivo.

 

Y ahora, me despido hasta la próxima semana. ¿Algo que decir sobre 'La Orden del Fénix'? ¡Adelante, me gustaría mucho conocer vuestra opinión!


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Comentarios: 1
  • #1

    Felipito (viernes, 06 julio 2018 07:24)

    Me sorprende que nadie lo haya hecho, pero te mereces 10 jumbitos por el trabajo bien hecho al redactar estos artículos y compartir tu opinión. De verdad se valora, ya que soy un sujeto ultra ignorante con el mundo de Harry Potter (en especial sus obras literarias), y sabía de antemano que al ver las películas iba a quedar más perdido que por el espacio tiempo, así que me alegra haber encontrado estas respuestas :)

    Con relación a la película, aunque comparto el desatino a la hora de reflejar la relación de Harry con Cho, junto a sus terribles conflictos internos... la disfrute mucho más que el Caliz de Fuego. Imelda Staunton hace un tremendo trabajo haciendo esa vieja desgraciada , y Evanna Lynch, que decir... MAI GOTH, creo que me he enamorado del personaje de Luna (¿podrías creer que todos estos años, cuando la veía en la TV pensaba que era hermana de Malfoy?).

    Bueno como sea, siempre se aprenden cosas nuevas. Y aunque se omitan elementos narrativos en favor del metraje y costos de producción, siempre he dicho que una buena adaptación incompleta, sirve como un trailer para leer o revisar el material original.

    Saludos!