El Misterio del Príncipe: diferencias entre el libro y la película.

Cartel promocional
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‘Harry Potter y El Cáliz de Fuego’ fue la película de los cambios, ‘Harry Potter y La Orden Del Fénix’ fue la de la detracción. Entonces, ¿qué calificativo podríamos asignarle a ‘Harry Potter y El Misterio del Príncipe’? Aún no lo sé, la verdad. Hay cosas muy buenas tanto en la película como en el libro… pero para mí, las películas hace tiempo que no siguen la historia original. 

No obstante, quiero empezar esta comparativa con un repaso a ciertos datos y cambios absurdos que se han dado nada más llegar el libro a las librerías o la película a las salas de cine. Al igual que hice en su momento con ‘La Cámara Secreta’, quiero explicaros lo que ha pasado aquí con el título. La versión original se titula ‘And the half-blood prince’, como todos sabemos. La traducción literal y que, además, aquí tiene mucho sentido, es ‘Y El Príncipe Mestizo’ pero nuestros amigos salamandrinos lo tradujeron como ‘Y El Misterio del Príncipe’. Seguramente, muchos ya conoceréis el motivo del cambio pero puede ser que aún haya alguien que no lo sepa. Poniéndonos un poco en antecedentes, ‘La Cámara Secreta’ fue publicado en el Reino Unido en el año 1998, en Estados Unidos en junio del 1999 y en España y Latinoamérica en octubre de 1999. Por otro lado, ‘El Misterio del Príncipe’ fue publicado en el año 2005, aunque no llegó a territorio hispano hasta febrero de 2006. Hubo casi un año de diferencia en la traducción. Y no sólo eso. 

Los tiempos cambian, y al igual que ‘Vienen tiempos oscuros y difíciles…’ (como nos han recalcado una y otra vez en las promociones de las últimas películas), también cambia la sociedad y las tecnologías. Éstas han avanzado a pasos agigantados… sobre todo Internet. Hacia finales de la década de los 90 era un bebé aún en pañales y una tecnología que sólo estaba al alcance de unos pocos. Pero hoy día no es así. Es más, ahora, en el 2011, estamos mucho más avanzados que hace 6 años, pero ya en esa época Internet era muy grande. 

¿Qué quiero decir con esto? Fácil: a los dos días de la publicación del libro en el Reino Unido, ya había varios blogs con la traducción. Hecha por fans y para fans. ¿Qué título le pusieron? El que le correspondía: ‘El Príncipe Mestizo’, y Salamandra, que se pegó un año para traducirlo, se desmarcó desde un primer momento. Que no, que en la editorial no sabían el significado de ‘half-blood’, que no sabían la implicación en el texto original y más excusas patéticas que dieron. Cuando publicaron el libro, dejaron claro que el cambio de título era para que no les relacionaran con “esas traducciones mal hechas que se difundieron por Internet”. 

Ante esto, sólo os puedo decir que, como empresa que es Salamandra, entiendo el cambio de título y que por extensión, la película también lo cambiara en los países de habla hispana. Ahora bien, como fan acérrima de esta saga, lo que no me gusta de Salamandra es que critique el trabajo de un fan, un trabajo que fue excelente. En su momento, decidí esperar a que se publicara el libro y posteriormente comparé ambas versiones. Y desde mi punto de vista: la versión fan no tiene nada que envidiarle a la versión salamandrina. Es más, hasta en algunos aspectos, me atrevo a decir que es mejor. Como por ejemplo, la rapidez con la que fue realizada. Y ¡ojo! No sólo rapidez, también calidad. Fue una muy buena traducción. 

Si Salamandra, por temas económicos, decidió esperar un año para publicar el libro, fue una pena. Porque si una sola persona ha podido sacar una traducción de calidad, sin apenas faltas de ortografía y/o errores mecanográficos y siendo totalmente fiel al contenido original (con algún cambio lógico debido a que una traducción literal puede no ser comprensible… traducir no es sólo eso, también es interpretar y darle sentido en el nuevo idioma), estoy segura de que Salamandra podría haberlo hecho en menor tiempo y no tenernos un año desesperando por las esquinas. 

Dicho todo esto, a nivel técnico de la producción cinematográfica, debo decir que: 

 

  1. Para nuestra desgracia, David Yates sigue dirigiendo la película: ya habíamos visto su trabajo anterior y a pocos les había gustado. Así que no íbamos con muchas expectativas a ver la nueva.
  2. Para nuestra fortuna, David Yates sigue dirigiendo la película. Sí, ya sé que es la antítesis de lo que acabo de manifestar, pero hay que tener una cosa en cuenta. Quitando las dos primeras, que fueron dirigidas por Columbus, ha tenido lugar un baile de director, película a película, que acaba perjudicando a la saga. Cada uno es de su padre y de su madre, tiene sus propias técnicas y formas de hacer las cosas. Y eso se nota en el producto final. Al menos, sabemos que este hombre va a ser ‘coherente’ con sus meteduras de pata. Que intentará arreglarlas, no digo que no, pero vamos… que no va a seguir cambiándonos las cosas de sitio, ni modificando pequeños detalles escenográficos ni de ambientación porque o no contaba con los recursos de los directores anteriores, o no le había gustado lo que habían hecho sus predecesores.
  3. Steve Kloves vuelve al guión y realmente no sé qué pensar. Vuelvo a lanzar la pregunta que ya propuse en su momento: ¿realmente este hombre se considera guionista? Me corrijo: ¿realmente este hombre estaba capacitado para escribir la adaptación de estas novelas? Estamos de acuerdo en que Michael Goldenberg metió la pata hasta el final con ‘La Orden del Fénix’ pero es que tenía que ceñirse a determinadas cosas que YA habían pasado en los guiones anteriores. ¿Cómo meter a Dobby en esa película, si en la cuarta no salía? Por poner un ejemplo. Considero que Goldenberg tuvo que adaptarse a lo que había hecho previamente Kloves. Así que creo que en el fondo, la culpa de que la versión cinematográfica de Harry Potter siga ‘una nueva historia’ es de Kloves.
  4. Nicholas Hooper sigue encargándose de la banda sonora. La retirada de John Williams es definitiva, aunque se siguen usando temas suyos, como el de la cabecera de la película.

 

Dicho lo anterior, comencemos con la crítica y comparación de la versión escrita y la cinematográfica.

¿Alguien sería capaz de explicarme por qué empiezan de forma totalmente diferente? Hagamos un pequeño recordatorio de por dónde nos habíamos quedado en la anterior entrega.

Sirius había muerto y Voldemort ha regresado. Quitando las omisiones de la película anterior, hasta ahí las dos versiones son iguales. No obstante, y antes de continuar, voy a ser muy clara respecto a la sensación que tuve al salir del cine. Todos los que estamos aquí somos mayorcitos, estamos en un medio con contenido slash, muchas veces NC-17, con pornografía totalmente explícita, así que voy a largar una vulgaridad extrema. Pero me da igual. Y por favor que conste que es sólo mi opinión, pero lo que yo sentí al salir de la sala fue que Yates y Kloves cogieron sus respectivos ejemplares del libro, se los follaron y las páginas que llenaron de semen fueron las que usaron para hacer el guión. Las que estaban limpias las desecharon automáticamente. 

Así pues, mientras que Jotaká vuelve a sorprendernos con el inicio de la novela, esta gente también lo hace. 

En el libro encontramos varios capítulos interesantes. Por primera vez, la historia no comienza con algo que pasa en el mundo mágico sino con lo que sucede en el muggle. El Primer Ministro está agobiado porque lleva una semana horrible: destrucción de un puente, varios asesinatos misteriosos, un huracán en un pueblo… Y por supuesto, las acusaciones de periodistas, la oposición y todos los nervios que conlleva tener a todo el pueblo que gobiernas cabreado con lo que ha pasado, exigiendo explicaciones. Además, se le planta Fudge en su despacho y él se acojona. No es la primera vez: el día que se le invistió como Primer Ministro (donde Fudge le aseguró que no volverían a verse), se le apareció para contarle toda la historia de Voldemort y Harry, y que un preso, partidario de Voldemort, llamado Sirius Black, había escapado de prisión. Que después de los mundiales de Quidditch se habían producido unos altercados que involucraban a muggles, y que introducirían criaturas peligrosas en el país. y la última vez antes de esa, volvió para decirle que más presos habían escapado de Azkaban. Después tenemos un capítulo dedicado a Snape y tras éste, el que paso a explicaros. 

Como ya he recordado, Sirius ha muerto. Y lo que nos viene ahora es una gran explicación, ya no sólo de lo que ha pasado con ese fallecimiento, sino también sobre los motivos por los que Harry ha permanecido en casa de los Dursley todo ese tiempo. Averiguamos aquí que Sirius le ha dejado toda su fortuna -incluyendo Grimmauld Place- a Harry. Que nuestro protagonista ha tenido que quedarse ahí por un hechizo realizado por el mismo Dumbledore a fin de protegerlo. Vemos también cómo Dumbledore pone en su sitio a los Dursley, además de vacilárselos de forma elegantemente irónica. Y por último, cómo ambos magos se marchan, ya que el menor va a ir a La Madriguera, pero antes el director le pide que le ayude en una misión. 

 

¿Qué vemos en la película? Una secuencia de casi 5 minutos totalmente inventada. Pero no sólo eso, ¡es que no es coherente! Me explico: la parte en la que vemos el secuestro de Ollivander y la destrucción de un puente en plena zona muggle de Londres, lo puedo entender. Es inventado, pero está bien. Además, antes de eso, nos hacen un pequeño recordatorio de Harry saliendo del Ministerio, con los fotógrafos disparando sus cámaras. Estupendo, hasta ahí bien, pero… Vamos a ver, ya sabemos que los mortífagos vuelan libres por ahí, desplazándose con ese humo negro del que tanto he hablado últimamente (porque para mí tiene relación con un acontecimiento del último libro). Entonces, ¿cómo es posible que siendo Harry el primer objetivo de Voldemort y secuaces, ande tan alegremente por un metro y se ponga a ligar con una camarera? Es decir, no se le ve con más magos, no se ve a ningún miembro de La Orden por la estación, vigilándole. Y además, para terminar de meter la pata, el chico está leyendo El profeta en plena cafetería, con las fotos moviéndose. ¡Hasta la camarera le dice que las ha visto moverse! Pero nada, siguen con su coqueteo absurdo. 

Finalmente, aparece Dumbledore y Harry ha debido tener una epifanía para saber que su director se iba a aparecer por allí. Del tema de la mano ennegrecida, sólo se comenta que ha sido un desafortunado accidente y, bueno, parece que el director que tanto ha velado por la seguridad de Harry ve admisible que el chico esté saltándose continuamente su protección porque “le gusta montar en tren”. 

 

¿Hola, Cordura? ¿Coherencia? ¿Estáis por algún sitio? ¿O es que Kloves os mató directamente? A todas éstas, a Harry le han vuelto a poner en la película como el chico que lo sabe todo por ciencia infusa. Ese “A-acabo de aparecerme, ¿verdad?” roza el patetismo. No obstante, hay que admitir que los efectos especiales aplicados a la aparición mágica -cómo se revuelven en un tornado- están muy logrado. Aunque sigo queriendo saber por qué unos se aparecen de una forma y otros de otra. Vamos, que cuando La Orden llegó al Ministerio en la película anterior, lo hizo rodeado de humo blanco, ¿dónde está el humo aquí? En ningún sitio. Lo dicho: que según cómo seas, y aunque uses el mismo medio de transporte, el efecto será diferente. 

A pesar de esto, la llegada a la vivienda que ocupa Horace Slughorn es bastante fiel al libro. He de decir que en éste, antes de que Albus y Harry lleguen a la casa, el primero ya le ha dicho al segundo en qué consiste la pequeña tarea en la que quiere que le ayude: que intente convencer a Horace de que vuelva al colegio a dar clases. En la película tenemos más efectos especiales, muy bien logrados, una conversación insulsa entre Horace y Harry, donde se comete otra gran incoherencia. Para empezar, su posible nuevo profesor le señala una foto de su madre, Harry la mira de pasada y coge un marco donde vemos a un equipo de Quidditch de Slytherin. ¿Por qué? Porque el que sale en primer plano es Regulus Black, personaje del que no se habla en la película anterior. Además, he aquí la mayor de todas: Horace dice que le dio clase a toda la familia Black, menos a Sirius. Que tuvo a Regulus, pero que le hubiera gustado tener el ‘set completo’. Y digo yo, ¿cómo es posible que no le diera clase a Sirius, si el único profesor de Pociones era él? Sabiendo, además, que Pociones es obligatoria hasta quinto. 

¿Entendéis esos cambios absurdos de los que me he quejado a lo largo de las películas? Éste es uno de ellos. Por supuesto, después de salir de la vivienda temporal de Horace, Dumbledore ofrece unas ligeras explicaciones pero poco más. Y es cuando le dice a Harry que se va a La Madriguera, dejándolo tirado en un charco cerca de la casa. En el libro, aquí enta un amplio monólogo de Albus, en donde entre otras cosas, alaba la capacidad mágica de Harry a la vez que le da un pequeño tirón de orejas, mientras le deja claro que debe comportarse, ya que la familia está sometida a mucha vigilancia por parte del Ministerio para su protección.

Originalmente, la llegada a dicho hogar contiene una serie de charlas familiares, además de que Harry llega muy de noche y tiene a Molly mostrando todas sus plumas de ‘mamá gallina orgullosa’, agasajando al joven para que coma. En la película tenemos una escena que a la vez que divertida es ridícula. O sea, ver a Ginny gritando por la escalera preguntando por Harry y cómo el resto de la familia se va asomando porque el chico no ha llegado y no saben de lo que habla, es divertido y gracioso. ¿A cuántos de nosotros no nos ha pasado algo similar? ¿Cuántos no hemos acabado gritando de un extremo de pasillo al otro para darnos un mensaje o avisarnos de que nos llaman por teléfono? De ahí digo que sea divertida, porque además es una situación real. Sin embargo, el que la Mamá Gallina de la saga por excelencia (porque Molly se merece ese título: su instinto maternal hace que se preocupe por todos, que le dé de comer a cualquiera que pasa por su casa (aunque sea por una llamada vía flu en la propia cocina, como hizo con un compañero de trabajo de Arthur, al que le metió una tostada en la boca en el segundo libro)), responda “¿Qué? ¿Harry? ¿Qué Harry?” cuando Ginny la llama para preguntar cuándo ha llegado el chico… es ridículo. ¿Cómo no va a saber Molly a qué ‘Harry’ se refiere su hija? Absurdo. Pero bueno, es lo que Yates y Kloves han querido que sea.

Llegados a este punto, hay algo que sigo sin entender. A Ginny se la ha ninguneado en todas las películas anteriores donde su personaje tenía cierta relevancia, recordemos el caso de ‘La cámara secreta’. Pero aquí es ella la primera en preguntar por Harry y quien se abalanza a abrazarlo, cosa que nunca antes ha hecho. Claro está que lo hacen por la supuesta implicación emocional que hay entre ambos. Durante todo este libro, Harry no para de pensar en ella mientras están en el colegio, debido a que ha pasado todas las vacaciones a su lado y por fin se ha dado cuenta de que ‘existe’. Es decir, ya no es la hermanita pequeña de su “hermano”, aunque lo siga siendo. Pero también es una chica bonita, simpática, agradable, con la que comparte ciertas aficiones... Detalle que se han saltado en la película casi a la torera, aunque lo explicaré mejor cuando lleguemos a ese punto. Es más, si me lo permitís, prefiero dejar las diferencias de las relaciones emocionales entre los chicos hasta el final del artículo, así que procuraré no hacer más referencias sobre el tema hasta que toque. 

Después de la llegada al hogar de la familia adoptiva, nos encontramos con una escena muy importante del libro. ¡Por fin una dedicada completamente a Snape! ¡Esto es un milagro! Parece ser que los cerebros del Dúo Maligno (el formado por Yates y Kloves) están vivos. No obstante, esa escena pertenece al segundo capítulo del libro y aquí la han retrasado. Vale, no me voy a quejar sobre su colocación en la línea temporal. Ya he dicho que esta película simplemente toma algunas cosas de la novela original, así que bueno. Pero aún así, algo que me jode mucho (lo siento por el vocabulario, pero es que no me ‘molesta’ o ‘fastidia’: me jode directamente) es que recorten esta escena de esa forma tan drástica. 

Entiendo los cambios de ambientación, que la casa de Severus no tenga tan mal aspecto como la que se define en el libro, que sea Colagusano quien abra la puerta en vez del propio Severus… lo que no entiendo y me jode es la “castración” que sufre la interacción entre los implicados. Bellatrix ODIA a Severus. Y lo único que vemos es a la mujer paseándose de un lado para otro por el salón de éste, toqueteando una cosa tras otra. No se ve el interrogatorio al que somete al temible profesor, ni cómo lo desprecia, ni le reta, ni cómo Bellatrix le espeta a su hermana que debería estar orgullosa de que el Lord haya elegido a Draco para llevar a cabo una misión tan peligrosa. Todo esto es un gran fallo que hace que la historia pierda mucho sentido. 

 

Bueno, tengo una pequeña anécdota que contar sobre este momento de la película: veréis, estaba yo una noche viendo el DVD con mi hermano mayor (que no se ha leído los libros, sino sólo visto las películas) cuando al llegar a esta escena cogió el mando del reproductor. En un principio dudó, pero acabó parando la reproducción mientras me decía “Acabaré arrepintiéndome de esto, pero… ¿qué pasa aquí? ¿Desde cuándo Snape es del lado oscuro?”. Obviamente, tuve que explicarle que durante toda la saga se incide una y otra vez en que Severus no es de fiar, que ha sido mortífago y el odio que todo el mundo le tiene, pero que en las películas no sale. Y por eso os lo explico: es un claro ejemplo de cómo se puede perder el hilo auténtico de la historia con tanta omisión en las anteriores, que hace que llegados a punto importantes como éste, la trama general cojee mucho para alguien que sólo ha visto la versión cinematográfica.

Volviendo a ambos medios, vuelven a obviar cosas que se pueden omitir. La estancia de Harry en La Madriguera no aporta mucho a la historia, excepto por lo que ya sabemos: ataques de mortífagos, desapariciones… Sin embargo, aquí volvemos a ver a Fleur Delacour, aquella francesita rubia tan mona que fue la campeona de Beauxbatons durante el Torneo de los Tres Magos. ¿Y por qué la vemos aquí, viviendo en La Madriguera como una más? Pues porque es la prometida de Bill. ¿No sabéis quién es Bill? Pues mirad, es el hermano mayor de Ron, pero claro… nunca ha aparecido en las películas, aunque a veces se le ha nombrado muy por encima.

La visita al callejón Diagon es muy divertida durante el rato que están en Sortilegios Weasley, pero volvemos a encontrar escenas sin coherencia. Por ejemplo: los chicos entran por la cara en la tienda de Ollivanders, que está abandonada. Además, la forma de seguir a Draco y Narcissa tampoco es muy normal. Ron dice que le parece que están intentado que no los sigan… y ahí van los tres. Que hasta se suben a un tejado. Vamos, que cuando quieren, las neuronas de nuestros chicos se ponen a trabajar, pero no de una forma muy acertada. 

La siguiente escena es la del tren. Por supuesto, entre medias se dejan una charla de Harry con Arthur acerca de su desaparición de la tienda de los gemelos para seguir a Draco, asuntos familiares (en concreto sobre la boda de Fleur y Bill), planes y vistas de La Orden. Vamos, cosas normales que se suelen saltar. Pero claro, Harry vuelve con su ciencia infusa y él ya sabe que Draco es mortífago. Así, porque sí, porque él lo vale. Simplemente lo sabe y punto. En este momento de la novela lo sospecha, porque ha habido un altercado en el callejón Diagon, concretamente en Madame Malkin, donde Draco se queja de su brazo izquierdo… lugar donde está la marca. Eso y que lo han seguido hasta Borgin y Burkes y han oído parte de una conversación misteriosa.

Además, en la historia original (entiéndase como la novela escrita por Jotaká) Harry pasa gran parte del trayecto en el vagón del profesor Slurghorn y no en un vagón con el resto del trío, hasta que les da por ir a ver a Malfoy. A Horace le gusta estar bien relacionado para sacar partido de esas relaciones, así que coge a varios alumnos y crea el Club de las Eminencias (traducción libre salamandrina para Slug Club), así que monta una reunión en el tren. Al salir de dicha reunión es cuando va al vagón de Slytherin, siguiendo a Blaise, y se pone a espiar. 

Después del altercado con Draco, donde éste le parte la nariz de una patada, es Tonks quien lo encuentra. En la versión alternativa (es decir, la película) Harry va al vagón porque le apetece, usando el Polvo de Oscuridad Instantánea. Mejor me callo ahora y critico esto a su debido momento, porque el uso de este polvo no va aquí. Es más, es totalmente absurdo. Si Harry va con su capa invisible, ¿para qué necesita crear oscuridad? Después de eso, tenemos que es Luna quien encuentra a Harry, y juntitos se van al castillo. Aquí empiezan con los comentarios divertidos (“¿Cuál es su nombre?” “Profesor, usted sabe que soy Harry, me conoce” “No podemos hacer distinciones, Potter”) que ayudan a aligerar un poco el ambiente de la trama. Sin embargo, al ser Luna quien encuentre a Harry y no Tonks, nos perdemos una escena muy buena entre profesor, auror y alumno, donde el primero insulta al patronus de la segunda, para después hacer lo propio con el alumno y descontarle puntos. 

 

Otro cambio se produce a continuación, cuando McGonagall envía a Ron y Harry a la nueva clase de Pociones. He aquí otra nueva incoherencia: en la película anterior no se hizo la escena sobre la tutoría de los profesores para ayudar a los alumnos a elegir sus futuras carreras, así que ¿cómo sabe Minerva que Harry quiere ser Auror? Y ya dentro del aula tienen lugar dos de los más graves, con nombre propio: Katie Bell y Romilda Vane. Digo yo, que si esta clase es para alumnos de sexto, ¿qué hace una chica de séptimo (Katie) y otra de cuarto (Romilda) en ella? Imagino que rellenar hueco, poco más. La parte de la elaboración de los Filtros de los Muertos está muy bien y tengo que decir algo: ¡por fin Hermione vuelve a tener su pelo de arbusto! Poco a poco vemos cómo se va poniendo más y más nerviosa mientras elabora la poción y es su pelo quien más se resiente. Pero es Harry quien, ante el desconcierto de todos y la ayuda del príncipe mestizo, consigue la muestra de Felix Felicis. Por supuesto, aquí se dejan una clase de Snape, la primera como profesor titular de Defensa contra las Artes Oscuras y donde les enseña los hechizos no verbales. Pero da igual, los chicos más adelante los saben hacer así, ‘por arte de magia’. Estaría de acuerdo en la omisión de la explicación de este tipo de magia, de no ser por la utilización de esta clase de hechizo más adelante. 

Llegamos ahora a un punto muy importante en la novela. También en la película, salvo que aquí se lo han saltado un poco a la torera. ¿Qué momento? Las clases que Albus le da a Harry sobre Tom Riddle, alias Lord Voldemort. Es otro de los temas que me joden mucho de la película, así que lo tocaré aquí y nada más. 

Para mí, y creo que muchos coincidiereis conmigo, este libro tiene dos personajes que son totalmente diferentes a Harry: Voldemort y el príncipe mestizo. Por un lado, Albus va explicando poco a poco la vida de Voldemort: cómo se crió en el orfanato, altercados que tuvo allí, sus años en Hogwarts, lo que descubrió sobre su padre muggle y su madre bruja, su primer trabajo enBorgin y Burkes, los asesinatos de su padre y abuelos muggles, el de una mujer llamada Hepzibah Smith, la primera vez que habló con Albus para pedir enseñar DCAO y como fue rechazado por su juventud, la segunda por la oscuridad que ya le caracterizaba… Todo eso son recuerdos con los que Jotaká nos explica a través de Dumbledore cómo es Voldemort en realidad y cómo ha pasado de ser el pequeño Tom Riddle a Lord Voldemort. 

Y personalmente, cada vez que iba descubriendo un trocito de su vida, me daba cuenta de que Lord Voldemort tiene ciertas razones de peso para ser lo que es. Sin embargo, en la película nos muestran… ¿tres recuerdos? Creo que hasta me he pasado, porque dos de ellos son en realidad el mismo, sólo que en dos versiones: una falsa y otra verdadera. Me refiero al recuerdo que Albus quiere que Harry consiga de Horace. Sé que no se podía poner todo, pero el que lo omitieran casi todo es algo que no comprendo. Hubiera preferido que pasaran de otras cosas, como el Quidditch, en vez de transitar por la vida de Tom de forma tan… superficial, como si fuera simple relleno. Y claro, esto conlleva una consecuencia muy gorda, como veremos más adelante en este artículo. Lo último que tengo que decir de estos recuerdos, tiene que ver con el Tom adolescente. Cambiaron de actor. Entiendo que el actor que interpretó al Tom adolescente en la segunda película, podía estar muy mayor para ésta o bien tener otros compromisos… pero vamos, que podían haber buscado a alguien que se pareciera más a ése, que al que han puesto aquí, que tiene más parecido al Sirius adolescente que a Tom. 

Sobre el príncipe, diré que bueno… todos sabemos ya quién es y cómo se ha ninguneado a Severus en todas las películas anteriores. Nada más que añadir.

 

Después de todo esto y como iba diciendo: Harry está dotado de la inteligencia suprema para ver cosas obvias. Ahora, sin que nadie le tenga que explicar nada, sabe que debe conseguir el recuerdo de Horace, le cueste lo que le cueste… aunque su intento es de lo más obvio. 

¡Vaya, pero si es Draco! Y con una escena para él solito. La verdad, no me gusta mucho el apaño que han hecho aquí. No cuando vuelve a incurrir en una incoherencia explicativa. ¿Cómo sabe Draco de la existencia de ese armario evanescente? En la versión original lo sabe porque uno de sus compañeros estuvo encerrado en el que está en la sala de los menesteres en Hogwarts, y le comentó que a veces oía voces procedentes de algún sitio. ¡Sí! Me refiero al alumno que metieron ahí Fred y George y por el que Severus tuvo que dejar solo a Harry en su despacho y éste aprovechó para cotillear en su pensadero. ¡Ese mismo! Pero claro, aquí no: Draco sabe que existen, va a Borgin para que le reserven uno y el otro, mira tú donde está: en el castillo. Bueno, pues entre esto y que no han puesto las partes de Dobby y Kreacher siguiendo a Draco por encargo de Harry, porque Harry está obsesionado con él… Personalmente no me gusta como ha quedado el resultado final. 

No sé si serán paranoias mías, pero tengo la sensación de que van arreglando las meteduras de pata anteriores como van pudiendo y según les convenga, como hemos visto ahora. Las pruebas de Qudditch es otra. No apareció en la película anterior, pero aquí sí… y hay que ver cómo la fastidian tras el primer partido… algo que me dejaré para el final porque está relacionado con los amoríos adolescentes. 

Algo que no he explicado aún es que, durante todo el libro, Harry huye de Slurghorn, hasta que Dumbledore le muestra el recuerdo modificado sobre la adolescencia de Tom. Sin embargo, en la película se convierte en un adulador lameculos que no para de hacerle la pelota a Horace. Y la verdad, esa actitud me repatea un poco. Lo mismo que el comportamiento de Hermione en las escenas en las que está junto a Ron, se le nota que está (al menos) despechada y que quiere acercarse a Ron pero sólo hace el ridículo. 

Brillante técnicamente el “vuelo” de Katie Bell por culpa del collar maldito, cómo se eleva por el aire para acabar cayendo tras pegar semejante alarido. Y ver a Harry elucubrando obviedades es vomitivo. 

 

Por fin vemos una escena que se tenía que haber producido en el tren: la primera reunión del Club de las Eminencias. Lo que hicieron fue cambiarla de lugar y mezclarla con una a la que Harry sí se vio obligado a asistir en el libro, porque como os digo, no paraba de huir de su profesor y saltarse las cenas estas. 

El partido es fiel al libro, como la escena previa durante el desayuno donde Harry le hace creer a Ron que le ha puesto el Felix Felicis en el zumo. Aunque no es Luna quien descubre el plan, sino Hermione, siempre tan aficionada ella a seguir las reglas. Con lo que no estoy de acuerdo es con lo que pasa después. Es decir, sí, hacen la fiesta y se lo pasan pipa… pero no sé, yo no hubiera puesto esa fiesta post partido precisamente. Aunque ver la relación de amistad de Harry y Hermione, cómo se va estrechando cada vez más es algo que me gusta mucho. Se nota que hay confianza entre ellos y pueden hablar de lo que quieran. 

Las escenas de transición que hay a lo largo de la película, como cuando se ve a Lavender y a Ron subiendo por las escaleras o a Draco asomado a un balcón, son bonitas… pero las quitaría. Me pasa lo mismo que con las del sauce boxeador en la tercera. Son muy monas, pero innecesarias. 

Llegamos a la biblioteca, con Hermione avisando a Harry sobre Romilda Vane. ¿Pero esto qué es? Si la chica está en su clase de pociones, debe saber al menos cómo se llama… ¡qué es un internado! Pero no, Harry no lo sabe. Todo esto, para la fiesta de Navidad realizada en el despacho de Slurghorn. Es una auténtica pena no encontrar la conversación entre Trelawney y Luna, o ver cómo alguno de los alumnos interactúan entre sí. Pero, al menos, la han puesto, que es un paso importante. Cambian que Slurghorn deje que Harry se quede a la fiesta y que luego Snape se lo lleve de allí, de forma que en la película vemos a Severus llevándose a Draco de muy malos modos. 

 

Aquí me surge una duda existencial sobre la disposición del castillo y sus corredores. ¿Cómo es posible que Harry esté en un extremo de un pasillo apoyado en una pared, al otro estén los dos slytherin hablando y Harry sea capaz de oírlo todo?

Y después de eso, tenemos fiesta navideña de la familia comadreja. Sobre lo que han hecho los guionistas, más tarde mencionaré detalles concretos, pero hay otros que ahora no puedo dejar pasar. Para empezar, falta parte de la conversación que mantienen Harry, Arthur y Lupin acerca de Draco y Severus. Eso sí, se habla del armario evanescente en una escena inventada, ya que esa información la recibió Harry por carta. 

Ahora llega una de las grandes cagadas pero a la vez acierto de la película. El ataque a La madriguera. Es una escena totalmente inventada. Encima, Tonks está ahí ya de parejita con Remus, cuando no es así. Esta escena, como tal, está muy bien hecha, pero… ¿a santo de qué viene? Y bueno, bien hecha hasta que Harry sale corriendo a por Bellatrix, ya que para ello tiene que pasar por medio de cuatro adultos, que lo único que hacen es mirar cómo se va corriendo. Y lo mismo con Ginny, que ha salido para defender a su… a Harry. Realmente no le veo sentido a esta escena, técnicamente estará muy bien pero es ABSURDA. No tiene sentido ninguno, salvo para el Dúo Maléfico que defendió esta escena porque “como quitaban la batalla de Hogwarts, para que hubiera algo de acción”. 

De verdad, que alguien me lo explique, porque me quedé anonadada en su momento y lo sigo estando. Nos ponen esto, pero nos niegan la visita del nuevo ministro a casa de los Weasley. ¡Eso sí hubiera estado bien! En vez de poner esa tontería de ataque, podrían haber realizado esa visita que tiene mucho significado: Harry se niega a ofrecer ayuda al Ministerio y se declara leal a Albus. Además, vemos a Percy de nuevo por territorio pelirrojo.

 

Tras el recuerdo de Tom y Horace, vemos a Harry intentado recuperar ese recuerdo. Además, de una forma fallida y ridícula: emula a Tom y cuando obtiene una negativa a su pregunta, va a por todas, mostrándose hasta casi insolente. Slughorn se da cuenta de qué es lo que ocurre y se marcha. ¿Qué sucede en el libro? Pues que el profesor, en cuanto Harry pronuncia la palabra Horcrux (Horrocruxes en versión salamandrina), le grita que todo es idea de Dumbledore, que lo deje en paz y que no quiere saber nada del tema. 

Si lo analizamos bien, al profesor de pociones le inflingen el peor de los cambios: el del personaje. Es decir, cambian su esencia, su forma de ser. Es cierto que sigue siendo una persona a la que le gusta estar rodeado de gente influyente, de creerse que mueve los hilos en la oscuridad, que tiene cierto grado de poder y control sobre los demás. Eso sí, me refiero a poder y control como sinónimos de manipulación. Le gusta conseguir lo que quiere, cuando lo quiere. A parte de eso, es una persona muy avispada, con una mente muy abierta, rápida y que siempre está buscando el trapicheo allí por donde va. Busca nuevas oportunidades de negocio, de sacarle provecho a las cosas. Sin embargo en la película le quitan parte de su esencia: sigue estando rodeado de gente influyente, pero su actitud y comportamiento se asemeja más a la de un anciano abatido que deja que lo lleve la corriente. 

He aquí un detalle que no se ha mencionado antes, ni en la película ni en este artículo. Para la fiesta de navidad, Romilda deseaba que Harry la llevara como invitada, así que le envió una caja de bombones marca Sortilegios Weasley, para conseguirlo. Harry, avisado por Hermione y porque en el fondo el chaval no es tonto… sólo un poco lento la mayoría del tiempo, guardó la caja bajo su cama. El día de San Valentín, Ron descubre la caja y se la zampa enterita. Claro que los bombones tienen Amortentia y el pobre acaba cogiéndose un colocón y un enamoramiento de Romilda alucinantes. Este hecho es el que provoca que Harry pueda volver a congraciarse con Horace. En la película, cambian un poco los detalles: simplemente Ron ha visto la caja sobre la cama de Harry y le da por probar los bombones, aunque acaba comiéndoselos todos. 

 

La secuencia de la enfermería es muy buena. Dentro de la tragedia, ver a esas adolescentes tener una pelea de gatas delante de los profesores, es muy divertido. Pero quitando eso, dentro de lo que cabe es fiel a lo que ocurre en el libro. Sólo que en éste último, Ron pasa varios días en la enfermería y cada vez que tiene a su novia al lado, se hace el dormido. 

Llegados a este punto de la película, volvemos a ver a Draco arreglando el armario evanescente en la sala de los menesteres. Hay un gran cambio en esta parte del libro. Faltan escenas de los chicos con Hagrid, donde éste habla una vez más de la cuenta y explica que Albus está enfadado con Snape, más charlas de los chicos sobre el libro, clases de apariciones, de pociones y demás asignaturas. Noticias sobre los familiares de alumnos que han desaparecido, Harry que ordena a Kreacher y a Dobby que persigan a Draco para ver dónde se mete, ya que en el libro desconoce que está en la sala de los menesteres. Más recuerdos sobre Tom que ya hemos dicho que no aparecen. 

Entre pitos y flautas se saltan unos cinco capítulos, para adelantar otro. Es decir, que si antes nos retrasaron el juramento inquebrantable de Snape y Narcissa, ahora nos adelantan el ataque con el Sectumsempra. Además, Katie Bell es adivina y sabe que Harry va a preguntarle por el ataque; y Harry, que también es clarividente, nada más ver a Draco sabe que ha sido él quien lo ha perpetrado. 

Y por cierto… no sé qué pensar sobre la escena del baño. Técnicamente está bien, pero la noto floja, aparte de los cambios que ha experimentado. En la película los vemos pelear y cuando Harry lanza la maldición y se acerca hasta Draco, se queda ahí casi parado, mirando cómo se desangra hasta que aparecen Severus y Minerva. Lo más doliente, insultante e incoherente de este momento de la película es ver cómo Harry se marcha de allí sin ningún tipo de represalia. ¿Qué pasa en la historia original? que Harry lanza el hechizo, pero como están en el baño de Mirtle la llorona, ésta se pone a gritar que Harry es un asesino, por lo que aparece Snape alarmado con tanto grito. Ve lo que ocurre, le ordena a Harry que se quede allí y él se lleva a Draco a la enfermería. Al volver, examina la mente de Harry (por mucho que éste se resista) y le ordena ir a buscar el libro de pociones, el libro del príncipe mestizo. Y por supuesto, aunque Harry no le da el auténtico sino el de Ron y, después de eso, va a acojonado a la sala de los menesteres y deja el libro allí. Eso sí, cuando lo hace ve un busto con una peluca naranja y una diadema, que más adelante serán importantes dentro de la trama.

 

En la película, tenemos una escena inventada, donde Ginny se lleva a Harry a la sala y es ella quien esconde el libro. ¿La razón? que los dos muchachos estén a solas y puedan darse un besito. Eso sí, el busto con la peluca y la diadema no lo veo por ningún lado. 

Volviendo unos capítulos atrás en el libro, pero siguiendo la línea temporal de la película, llegamos al momento en que, por fin, aparece Hagrid. Su querida mascota gigante de ocho patas las ha estirado todas, y bueno, hay que ir al entierro. En la novela, Harry le pide a Horace que le acompañe porque va al entierro de una acromántula y podrá obtener unas gotas de veneno. En la versión cinematográfica, Horace va siguiendo a Harry por los terrenos, pidiéndole que vuelva al castillo, hasta que se topan con el arácnido cadáver.

Aquí debo alabar la interpretación de Daniel ya que hace muy bien de colgado, debido a la poción. También son magníficas las de Robbie Coltrane (Hagrid) y Jim Broadbent (Horace) haciendo de borrachos. Cabe destacar una cosa de esta escena: la conversación entre profesor y alumno es inventada. Sí, toda la historia del pececito Francis (un regalo de Lily a su profesor) es una invención de la película, aunque sí es cierto que en la novela Harry le hace chantaje emocional descarado a Horace para conseguir el recuerdo de Riddle, que obviamente obtiene. 

La explicación sobre los Horcrux queda muy confusa en la película. Es decir, se explica lo que hay, pero faltan muchos más detalles. A lo largo de toda la novela, Dumbledore y Harry mantienen largas charlas sobre Voldemort, su vida y estos objetos. Cuando, por fin, se descubre que era esto lo que Voldemort le había sonsacado a Slurghorn (cómo se crea un Horcrux), Albus se los enumera todos a Harry. Bueno, todos menos uno. Además, ha ido desapareciendo del castillo cada vez con más frecuencia porque estaba a la busca y captura de ellos. Sin embargo, en la cinta no es así y vuelven a intercalar otra incoherencia. Como digo, en la versión escrita se ve que el director del colegio pasa cada vez menos tiempo en él, pero en la película eso no se muestra. Sin embargo, Harry le pregunta si estaba buscándolos cuando desaparecía del castillo. 

¿Recordáis que antes comenté que Hagrid abría la bocaza para comentar ciertas cosas? Bien, hablaba de una discusión entre Severus y Albus. Eso no se ve, pero sí la conversación que mantienen: en la torre del reloj, antes de que Albus y Harry partan en busca del Horcrux que está en la cueva. Obviamente, esto no sucede así en el libro. En realidad, Albus manda llamar a Harry, que, además, necesita hablar con él porque ha descubierto, gracias a Trelawney (que sigue dando Adivinación) que Snape le contó la profecía de su nacimiento a Voldemort. Pero como digo, esto no aparece en la película y es una pena porque hubiera alimentado la ambigüedad del personaje, la que se niegan a mostrarnos en las películas.

 

En esta escena, también están a punto de incurrir en un fallo garrafal que salvan convenientemente: la desaparición de Albus del castillo. Todo fan que se precie sabe que es imposible aparecerse o desaparecerse en Hogwarts y aquí arreglan eso alegando que “ser Albus tiene sus ventajas”. Para los integristas como yo, esto es una soberana memez y algo sacado de la chistera de mago. Para los que no lo son, es una explicación buena y aceptable. No obstante, con esta tontería se han ahorrado lo que ocurre en el libro: que director y alumno bajen hasta Hogsmeade y se desaparezcan desde allí. Son menos minutos de trama en algo que se puede arreglar y salvar de forma sencilla aunque no guste y que se pueden aprovechar para otras cosas. 

De la escena de la cueva, poco tengo que decir porque me parece muy acertada, con unos efectos especiales que no están nada mal… salvo por la forma de los inferi. No sé, yo me los imaginaba más tipo zombie, no como los hijos de Gollum y algún ser maligno sacado de una peli de terror japonesa. Pero eso sí, acojonar, acojonan. Admito estar esperando el momento en que tenían que salir, ir concienciada mentalmente, cantándome eso de “Ahora sale, ahora sale” y aún así, pegar un bote en la butaca. Estos momentos de la película son una delicia interpretativa de Michael Gambon. Transmite estupendamente el cansancio de su personaje, la desesperación, la agonía… Para segundos después mostrar el poder de Albus Dumbledore, invocando ese Fuego Demoníaco, moviendo el brazo en círculos mientras les rodea, consumiendo a los inferi. Vamos, que lo hace de puta madre. Se notan los años de profesión que a sus espaldas. 

 

La vuelta al castillo debería ser vía Hogsmeade de nuevo, pero no es así. Vuelven a aparecerse. Y claro, como hay que quitar ciertas explicaciones, primero vemos a los mortífagos entrando en Borgin y Burkes, a Draco caminando por los pasillos, a Minerva enviado a los alumnos a sus salas comunes, a Severus mirando por un ventanal y finalmente, a Draco en la sala de los menesteres delante del armario evanescente para recibir a su tía y compañía. 


Quiero hacer un pequeño inciso aquí. En algunas de las actuaciones y en momentos determinados, como por ejemplo en los dos párrafos precedentes, he comentado la actuación de los actores. Esto que voy a decir, lo digo desde el cariño y el respeto que le tengo a una gran actriz como es Maggie Smith (Minerva): su actuación a lo largo de la película la encuentro muy floja. Pero cuando envía a los alumnos a sus salas comunes, no sólo la veo floja, sino patética. Como si fuera una principiante. Puede ser por la voz tan aguda que pone la actriz de doblaje en España en esa parte. Pero aún así, dado cómo se ha comportado Minerva en toda la película, no creo que sea sólo eso. No obstante, quiero recordar que en la vida real, a Maggie Smith se le había diagnosticado un cáncer de mama en esa época. Es más, según he podido averiguar, existe la gran posibilidad de que ya estuviera tratándose con quimioterapia antes de empezar a rodar y durante la filmación llevara peluca. Por eso se entiende que su actuación fuera peor de lo que nos tiene acostumbrado, pero se merece todo mi respeto y admiración por seguir adelante con su trabajo a pesar de sus circunstancias. 

Volviendo a la película, Albus y Harry han regresado al castillo… y a partir de aquí, todo es inventado (o casi). En los libros, Albus hechiza a Harry (oculto bajo su capa) para que se quede quieto mientras Draco y los mortífagos van a por el director. El joven slytherin casi albino debe matar a Albus y ambos mantienen una conversación muy interesante, con el director intentando que el alumno deje el lado oscuro. En el castillo hay una gran pelea entre los aurores que no han dejado de vigilarle tanto dentro como fuera, los miembros de La Orden y algunos del Ejército de Dumbledore (Ginny, Neville, Ron, Hermione y Luna). Y Severus llega para hacer lo que tiene que hacer: matar a Dumbledore.

Pero en la versión cinematográfica no vemos eso. Sí tenemos la conversación entre director y alumno, la llegada de los mortífagos y la de Severus. Pero antes de que Severus se ponga del lado de los mortífagos, lo vemos junto a Harry mandándole guardar silencio con un gesto del índice. Finalmente, sube con los demás y mata a Albus. Paremos un momento aquí, por favor. ¿Severus mandando callar a Harry con un gesto y el gryffindor haciéndole caso? ¿Desde cuándo? Esto es una traición más a la esencia de los personajes. Severus odia a Harry. Harry odia a Severus. No hay más. Ni menos. Pero el Dúo Maléfico parece no verlo así. 

Después de esto, tenemos la huída de los mortífagos del castillo. Como he dicho, en la novela hay una batalla campal dentro del colegio, pero no así en la película, donde lo que vemos es a Bellatrix teniendo un orgasmo múltiple mientras va destruyendo el comedor y la casa de Hagrid. 

Harry corre tras ellos para acabar enfrentándose a Severus y descubrir, horrorizado, que él es El Príncipe Mestizo. Es un detalle que ambos medios tienen en común, porque a partir de aquí, sólo quedan tres escenas de la película y varios capítulos del libro que han sido omitidos. Eso sí, algo que no puedo dejar de mencionar es que, una vez más, se cargan la mejor frase del libro. Cuando Harry ataca a Severus, o al menos lo intenta, y el profesor le recrimina que intente atacarle con sus propios hechizos, Harry le llama cobarde. La respuesta a eso es un Severus Snape desquiciado y gritando “NO ME LLAMES COBARDE”. ¿Qué ha pasado con eso? ¿Dónde está? A todos los fans de la saga nos gustó mucho leer esa frase, tiene mucho sentido dentro de lo que es el personaje. Pero al Dúo Maligno les importa una mierda. 

En el filme vemos a los alumnos y profesores rodeando el cadáver de Albus y cómo iluminan el cielo, a Harry en el despacho de Albus hablando con Minerva y por último, al trío dorado en la torre del reloj. 

 

En el libro encontramos muchas más escenas: a Harry y los chicos recuperándose en la enfermería, Harry gritando que ha sido Snape quién ha matado a Dumbledore, a Bill totalmente dañado por Greyback, con Fleur cuidándole ante los ojos de una Mamá Gallina que dice cosas que no tiene que decir y consigue que la francesa le pegue cuatro gritos bien dados. Gracias a eso, Tonks hace que Remus espabile y le deja claro que quiere estar con él y que se deje de tonterías del estilo “soy un hombre lobo, soy muy mayor para ti”. Falta el entierro de Albus y para mí es una injusticia que no lo hayan incluido. Un personaje como él no merece un final como el que le han dado en la película, aunque al menos podemos ver a Fawkes (el fénix de Albus) volando para alejarse del castillo. 

La revisión del libro y la película han acabado ya, salvo por el detalle que comenté antes y del que paso a hablaros ahora: los amoríos juveniles. Ante este tema, me quito el sombrero y rompo una lanza a favor de la película. ¿Por qué? Porque, aunque no siempre lo hace de la forma adecuada, sí nos muestra que nuestro grupo de héroes y sus compañeros son ADOLESCENTES. Se dejan llevar por sus sentimientos, Hermione se enfada con Ron porque está tonteando y saliendo con Lavender. Ron se enfada con Hermione por su tonteo con McLaggen, que si Hermione lo lleva a cabo es por celos de la relación de Ron con Lavender. Por otro lado, tenemos a Harry y Ginny. Poco a poco, Harry se va dando cuenta de que Ginny es una mujer y que le gusta, siente celos de Dean, hasta que por fin, Harry y Ginny comienzan una relación que Harry rompe en el funeral de Dumbledore. 

Son cosas que aparecen en el libro, pero que Jotaká deja caer de pasada. Como si tuviera que meterlo para rellenar páginas, mientras que en la película basan gran parte de la trama en estos puntos. Es decir, considero que lo muestran mejor en la película que en el libro, aunque no desarrollen la auténtica escena del beso de Harry y Ginny. Para los que no habéis leído la novela, os cuento que tras el accidente del baño con el Sectumsempra, Severus castiga a Harry todos los sábados, por lo que se pierde el último partido de Quidditch de la temporada. Cuando vuelve a su sala común, hay una gran fiesta porque han ganado y ahí, delante de todos, Harry besa a Ginny. Me hubiera gustado verlo, en vez de ese beso insulso en la sala de los menesteres. Sin embargo, debo añadir que no estoy de acuerdo con el coqueteo estúpido que han hecho seguir a los personajes para que uno captara la atención del otro. Por ejemplo, todo lo que ocurre en La Madriguera, con Ronald fastidiando por ahí después de que Arthur los dejara a solas, Ginny corriendo como una loca descerebrada tras Harry cuando ataca Bellatrix o el numerito de los cordones. ¡Por dios, un poco de dignidad! Yo no me agacharía nunca a atarle los cordones de los zapatos al chico que me gusta... que lo haga él.

 

Por último, os dejo con el recuento de momentos importantes que omiten en la película:

  • Los Dursley. La familia de Harry no aparece y tampoco se la menciona para nada, a pesar de todo lo que tiene que decirles Dumbledore sobre cómo han criado a Harry.
  • La entrega de la herencia.
  • Bill, Fleur y su boda.
  • Varios de los recuerdos de la vida de Tom Riddle.
  • Crabbe y Goyle, que no aparecen.
  • La misión de espionaje de Dobby y Kreacher.
  • Las clases de aparición (porque a los chicos se les enseña a aparecerse).
  • Todas las conjeturas de Dumbledore acerca de los Horcrux.
  • La primera Batalla de Hogwarts.
  • El entierro de Albus.
  • La relación sentimental de Harry y Ginny.
  • La explicación de por qué Snape se hacía llamar a sí mismo “El príncipe Mestizo”.
  • En la sala de los Menesteres, no se ve uno de los Horcrux de Voldemort. 


¿Todo esto son cosas que debieron cambiar o quitar? ¿Qué creéis? Espero vuestras opiniones y no olvidéis que nos vamos acercando al final de la serie cinematográfica. Nos vemos en unos días con el artículo sobre “Las Reliquias de la Muerte Parte I”, ¡pero hasta ese entonces podéis contarnos vuestros planes para el estreno!

 

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Comentarios: 1
  • #1

    Mario Pinel (domingo, 29 octubre 2017 02:02)

    Me gusta mucho los análisis que haces y que mencionas puntos que muchas veces pasamos por alto. Cabe mencionar que:
    1. Mencionas que Tom pide el puesto de DCAO a Dumbledore cuando en realidad el director era Dippet
    2. Ron no come lo bombones en San Valentín, lo hace en el cumpleaños de él ya que asume que es un regalo más.