El Cáliz de Fuego: diferencias entre el libro y la película.

¡Bienvenidas una semana más! ¿Aún no os habéis cansado de mí? ¡Genial! Porque eso significa que venís con ganas de más y de ver cómo esta vez me toca destripar ‘El Cáliz de Fuego’. 

Empezaré diciendo que, por fin, después de tres libros, Jotaká cambia su dinámica. Al menos un poco. Ya no empieza el relato haciéndonos un resumen de lo acontecido en el libro anterior para darnos nueva información. Esta vez comienza hablándonos de un pequeño pueblecito llamado ‘Pequeño Haggleton’ (traducción salamandrina, que más adelante cobrará sentido) y de un crimen misterioso que ocurrió allí hace muchos años. 

Afortunadamente para nosotros, en la película (esta vez dirigida por Mike Newell, primer director británico de la saga) respetan este comienzo… a medias. Se saltan la parte en la que cuentan los chismorreos propios del pueblo para ir directamente a la acción: el asesinato de Frank Bryce, el cuidador de la mansión de los Riddle. ¿Por qué digo a medias? Porque nada más comenzar fastidian la escena colocando allí a Barty Crouch Jr. ¿Qué hace allí? No lo sabemos, simplemente está. Y claro, la fastidia porque no se le vuelve a ver el pelo hasta casi el final de la película. Así que no tiene sentido -ni tanto impacto- meterlo ahí para que aparezca al fina,l porque mucha gente podía haber pensando ‘Oye, ¿y el que estaba antes quién era y dónde está?’. Y siguen fastidiando la historia porque, de repente, Harry está en casa de los Weasley. 

Así, sin más. Y Hermione también está allí. Lo dicho: ¿qué ha pasado con los Dursley? ¿Qué ha pasado con los cuatro (repito CUATRO) capítulos enteros que se han saltado? Páginas del libro en las que se nos muestran varias cosas: cómo ha mejorado sustancialmente la vida de Harry gracias a Sirius (ya que informó a sus tíos de que tenía un padrino), la visita de los Weasley para ir a buscar a Harry –con los gemelos soltando caramelitos y Dudley con la lengua creciéndole–, las explosiones en la habitación de los gemelos, Percy el pomposo haciéndose el interesante con eso de que trabaja en el ministerio. Y lo mejor de La madriguera: ¡los Weasley! Bueno, me corrijo: ¡más Weasleys! parece ser que Molly tuvo complejo de coneja o estaba buscando encarecidamente a la niña. Y por fin, en este libro los conocemos a todos. A Charlie, que trabaja con dragones y echó una mano en el caso de Norberto, y nos confirma que realmente es Norberta. Y conocemos también a Bill, que trabaja como rompedor de maldiciones en Egipto para Gringotts. 

Pero claro, suponía contratar a más actores, meter nuevos personajes, crear más diálogo… así que se lo saltaron y lo borraron de la historia de golpe y plumazo. Aunque sí se nos enseña un poco de lo que llegará a ser Sortilegios Weasley, pero nada más. Harry está en la madriguera porque sí. Vale, miento: está ahí para que Hermione lo despierte de madrugada y se vayan a algún lado, pero no sabemos a dónde. Hasta que llegamos. ¡Y mira quién se nos cae del árbol! ¡Pero si es Edward, digo Cedric! Bueno, ya han arreglado un error que arrastraban desde la película anterior y nos presentan al chico más guapo de Hufflepuff. Aunque, por supuesto, dejan de lado las pullas de su padre, Amos, hacia Harry, por la pérdida del partido de quidditch. Cambio totalmente lógico. También encontramos el primer efecto especial que había que lucir: el viaje en traslador (el cual veremos que no se respeta más adelante). Llegamos a los mundiales y ya sabemos por fin dónde estamos. 

Antes de que se me olvide (una que a veces tiene memoria de pez) os diré que esos capítulos que se han saltado por la cara contienen un dato muy importe: las visiones de Harry sobre lo que hace y siente Voldemort. Y si habéis leído los libros, sabréis que son importantes; y si no los habéis leído pero habéis visto las películas os habréis fijado. Pero nada, aquí deciden saltárselo. Entiendo que decidieran obviar la vuelta que se dan los chicos por el campamento, encontrándose con sus compañeros de colegio, o el encuentro con el muggle que lleva el camping. Pero de ahí a que nada más llegar la caseta estuviera montada… no sé, no sé. 

Aquí se produce, además, el primer cambio.

Durante el partido, se supone (según el libro) que los Weasley están en el palco del ministerio, en la película no. De hecho, Malfoy padre e hijo aparecen por ahí, con Draco alardeando de que van a ese palco. Este cambio conlleva muchas otras cosas: la desaparición de personajes como Winky (la elfa doméstica del Sr. Crouch) y Ludo Bagman (Jefe del Departamento de Juegos Mágicos, con el que los gemelos han hecho una apuesta). A ver, entiendo que se quitaran a los personajes de encima, pero no que les cambiaran el palco. Y sigo notando mucho la ausencia de los Weasley que faltan, incluido Percy. Que no pongan nada del partido, salvo la salida de los jugadores al campo, también es algo que se entiende, pero el cambio del emplazamiento de las localidades, no. 

La escena del ataque de los mortífagos, bueno… realmente parecen más miembros del KKK o nazarenos de luto, pero quitando eso, también cambian mucho la escena. Tenemos a Crouch Jr. caminado libremente por ahí, con una varita que vete tú a saber de dónde ha sacado y a punto de atacar a Harry, que por cierto, se ha perdido entre la marabunta, pero ahora está solo. A todas estas, les da por poner a Harry cada vez más tonto, o al menos, diciendo más obviedades absurdas, como en este caso. ‘Voldemort… y los de esta noche, ¿eran mortífagos, verdad?’. Vamos, que ahora resulta que el público es tonto y es incapaz de sumar dos más dos, porque recordemos que esta película ya no está clasificada para todos los públicos, sino que es PG-13, por lo que es de suponer que quienes hemos ido a verla tenemos dos dedos de frente y pensamos. 

 

Las explicaciones que se dan en esa parte, el que Crouch le entregue la prenda a Winky, la vuelta a casa desde el campamento a La madriguera, es algo que vuelven a saltarse, para llegar directamente al tren. Ahora bien, ¿recordáis cuando en el artículo anterior os hablaba de los cismas que había en el grupo? En el libro se ve otra cosa que a Ron le escama: los celos que siente hacia Harry, su fama, su dinero… Cosa que ya se ha ido viendo desde que estaban en los mundiales, pero que aquí nos muestran sutilmente en el tren. Y por cierto, he detectado una incongruencia que va de la película anterior a ésta. Os explico la situación: como se han saltado la estancia en La madriguera, la charla que tienen los chicos sobre la cicatriz de Harry (en el libro es éste quien dice que le duele y en la película es Hermione quien lo averigua después de verle rascarse la frente), deciden que lo bueno sería enviarle una carta a Sirius. ¿Cuál es la incongruencia? A ver, digo yo que si sabemos que Sirius es un fugitivo y que seguir una lechuza es fácil, ¿por qué enviar la carta a nombre de Sirius Black? ¡Claro! Se me olvidaba que jamás se explicó quién es Canuto, u Hocicos, en su defecto. 

Más cambios drásticos: la llegada a Hogwarts del carruaje de Beauxbatons y el barco de Durmstrang. De acuerdo que se han saltado a Malfoy echando la puntilla de ‘yo sé algo que tú no’, y es lógico que lo hayan pasado por alto ya que parece ser marca de la casa reducir al máximo las escenas de Draco y Severus. Pero de ahí a que cambien radicalmente la línea temporal del libro… pues como que no. En este caso, en la cena de bienvenida, Dumbledore explica que van a celebrar el torneo y que más adelante llegarán los invitados. En la película, lo que encontramos es que esa misma noche, sin que Dumbledore haya explicado apenas nada sobre el evento, se nos plantan los alumnos de los otros dos colegios, que también han sufrido cambios: Beauxbatons es ahora un colegio femenino y Durmstrang masculino. 

La entrada de las chicas me parece patética, de verdad, lanzando suspiritos y mariposas, mientras que los chicos acaban bailando break. ¿Alguien puede explicármelo? Porque yo no lo entiendo, aunque si me dais a elegir, me quedo antes con la entrada de los búlgaros que con la de las francesas. También aparece nuestro amigo Ojoloco, que no entiendo por qué tiene que llegar caminando, pero sí hay que admitir que la visión de ese hombre bajo la lluvia mirando el castillo da miedo, o por lo menos, impacta. 

 

Una vez más vuelven a saltarse clases, y no vemos las de Cuidado de Criaturas Mágicas, con nuestros conocidos los ‘escregutos de cola explosiva’, ni las clases de Herbología. ¿Para qué perder el tiempo con las cosas normales que pasan en un colegio? Pst… En este caso, admito que tienen toda la razón al quitarlas. Eso sí, esto plantea problemas para seguir con el artículo, dado que básicamente han creado una nueva línea temporal para la película, con puntos coincidentes con el libro. Recordemos que no es la primera vez, ya que en 'La Piedra Filosofal'ocurre lo mismo.

La aparición de Moody en el salón es cuanto menos llamativa, no tanto como el libro, pero lo es. Y el efecto de la mira del ojo de cristal, como si fuera el visor de un francotirador es muy bueno. De acuerdo, no tenía el punto de mira, pero sí el zoom. 

Bien, aquí aparece una escena que en libro no se da hasta mucho más adelante: Karkarov entrando a la sala donde está el cáliz de fuego. En realidad, en el libro, las dos delegaciones de los colegios extranjeros no llegan hasta Halloween, pero en la película han llegado al principio. Es entendible, pero crea cierta confusión en los hechos de la historia. Sobre todo si antes de ver la película te has empapado el libro. No obstante, sigamos adelante y según vayan pasando cosas en la película iré comentando si van en su sitio.

Como mencionaba hace poco, se saltan unas par de clases: CCM, Herbología y Adivinación (con los buenos momentos cómicos que nos proporciona Trelawney y la gran actriz que es Emma Thompson) para ir directamente a la clase de Defensa contra las Artes Oscuras, donde vemos a Moody en todo su esplendor. Por el camino se han dejado un dato importante: El Profeta no para de señalar fallos y más fallos del Ministerio por la desaparición de Berta Jorkins, perteneciente al Departamento de Deportes Mágicos. Pero claro, si ya se habían saltado la aparición del Jefe de dicho departamento, ¿cómo hablar de un personaje más que secundario? El caso es que no vemos a los periódicos arremeter contra el Ministerio. Y algo que como digo ya es costumbre: adiós muy buenas a Draco metiendo cizaña con los chicos. 

Por otro lado, la clase de DCAO donde se muestran las Imperdonables contiene dos fallos, y uno de ellos lo lleva arrastrando desde la película anterior. En el libro, son pocos los que levantan la mano para responder; en la película, menos Harry y alguno más, prácticamente todos levantan la mano. El fallo que arrastran es el siguiente: cuando Harry ve la luz verde del Avada, entiende por fin cómo murieron sus padres… pero claro, si no lo vio en la película anterior, mal vamos.

La escena de los alumnos (entre ellos Cedric) poniendo sus nombres en el Cáliz es algo que va pasando durante varios días en el colegio, y mucho más delante de lo que se nos muestra ahora, pero sí es cierto que el momento en el que Fred y George incluyen sus nombres está muy bien hecho. Lo que no entiendo es una secuencia de esta escena: cuando Hermione mira a cámara y dice ‘Esto no va a funcionar’. ¿A qué viene? Es decir, es un recurso cómico que nunca se ha utilizado en las películas y que no se vuelve a usar. Y la verdad es que no le veo sentido. Si todavía me decís que se repite más veces en la película, de acuerdo, pero no es así. Lo único bueno es que se demuestra que Hermione va de sabelotodo como hace siempre, pero para eso ya están las propias escenas del personaje donde demuestra lo repipi, repelente y sabihonda que es. Y que conste que no tengo nada en contra de Hermione (aunque lo parezca).

Llegados a este punto, en el libro tiene lugar un suceso de relevancia: Hedwig trae contestación de Sirius, ya que Harry le ha escrito explicándole lo de su cicatriz. Lo que conlleva que durante este curso y cada vez que hay salida a Hogsmeade, los chicos vean a Sirius en unas cuevas cercanas. Hechos que son obviados totalmente, o casi. 

Para llegar al punto en el que nos encontramos en la película en este momento (la selección de los tres campeones) han pasado muchas cosas en el libro: charlas entre los chicos mientras hacen los deberes, las cartas de Sirius que acabo de comentar, escenas en clase, la fundación del pedo. Perdón, del P.E.D.D.O, la Plataforma Élfica de Defensa de los Derechos Obreros. Una idea de Hermione, tras ver cómo Barty Crouch trataba a Winky, su elfina. Pero claro, son cosas que no hemos visto en la película y que, personalmente, agradezco mucho porque Hermione llega a ser muy cansina con este tema. 

Otro de los puntos que han cambiado, como ya se ha dicho antes, es la llegada de los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons a Hogwarts. Sí, es cierto que unos llegan en barco y las otras en un carruaje tirado por caballos alados. No, no hay bailecito en el libro, pero lo que sí hay son varias escenas en las que vemos el estrés al que están sometidos los alumnos de Hogwarts para quedar bien ante sus visitantes, como por ejemplo, que Neville no diga que no sabe hacer ciertos hechizos, que se comporten y demás cosas que se dicen cuando ocurren cosas así. 

Ya con ellos allí y antes de la selección de los participantes al torneo, hay alguna que otra conversación entre Ron y Harry, con el primero diciendo que le gustaría participar, mencionando que el premio son mil galeones, la fama que conllevaría y todo lo que Ron envidia de Harry, mientras que éste dice que la fama no lo es todo y que es incómoda.

Por supuesto, al ser elegido por el cáliz, nuestro héroe da mucho que hablar como participante en el Torneo. Tanto entre los otros colegios como en el suyo propio, incluyendo una discusión con Ron que hace que, esta vez, sean los dos varones del grupo los que no se hablen. Pero claro… eso no interesa sacarlo. Como tampoco interesa mostrar desde un principio la clara animadversión que sienten Karkarov y Snape hacia Ojoloco. Sólo de vez en cuando -como en este caso, tras la selección-, se deja ver algo pero muy tenuemente. 

La siguiente conversación que tiene lugar en el despacho de Dumbledore entre Ojoloco, minerva, Snape y el propio Dumbledore es inventada pero, la verdad, está acorde con la trama. Aunque hubiera preferido que en vez de esta escena inventada, hubieran puesto la revisión de las varitas por parte de Ollivander. Por cierto, ya en este libro, al hacerse la comprobación de la varita de Krum, sabemos quién es Gregorovitch. Una vez más, hasta que llegamos a la entrevista con Rita Skeeter, vuelven a obviar muchas escenas: la clase con Snape de la que sacan a Harry para ir a la entrevista, cómo lo trata el resto de profesores y alumnos, cómo se le desprecia, hasta la bromita de las chapas ‘Potter apesta’

Tras la entrevista, vemos a Harry esperando una carta en la lechucería, cosa totalmente incongruente en la película. Es decir, si Harry no le ha enviado nada a Sirius, ¿cómo sabe que le va a llegar una carta? Va a resultar que ahora el chico es adivino. A través de esta carta quedan por la noche en la sala común de Gryffindor. ¡Por fin algo respecto a Sirius que es leal al libro! Mientras eso ocurre, van saltándose las visitas a Hagrid, las puyas de Draco, pero vamos, que como ya hemos dicho antes, es marca de la casa. Un detalle curioso es que El profeta de esta película tiene el don del habla -o al menos la sección de Rita-, cosa que no ha pasado antes, ni sucede en las siguientes películas. A lo que yo me pregunto, ¿para qué introducir este cambio, así por la cara, si estás saltándote algo que no se hizo antes y que tampoco se va a hacer después? 

Otra cosa, han vuelto a introducir un cambio en la línea temporal de la historia: la charla con Sirius en la sala común no se tiene lugar hasta después de que Hagrid le muestre a Harry los dragones. Un cambio tonto y sin más significado, pero aún así, no lo entiendo, no le veo razón de ser. Además –de nuevo-, ignoran a Charlie Weasley. ¡Lástima! Es un personaje que me gustaría ver, aunque es curioso que sí se le mencione. Tampoco vemos cómo Karkarov ha seguido a Hagrid y a Olimpe hasta donde están los dragones. 

Debo hacer una corrección: las bromas de las chapas sí se ven, justo cuando Harry va a avisar a Cedric de que la primera prueba es un dragón. Escena en la que, por cierto, se ha vuelto a producir un cambio. Como todos sabéis, las interacciones entre Harry y Draco, donde el segundo insulta y se mete con el primero, suelen ignorarlas o suavizarlas. Esta vez sí dejan una tal cual, sólo que la cambian de sitio: la pasan de la primera semana de clase a este momento. Claro que en la película no parece que haya transcurrido mucho tiempo, pero en el libro nos encontramos poco antes de Navidad. ¿A qué escena me refiero? A aquella que tanto ha inspirado a slashers de todo el mundo para escribir esas historias en las que Draco era animago: la escena del ‘Increíble hurón albino volador’

 

Hay que admitir que es una preciosidad. Y que el hurón lo ha hecho muy bien, lo mismo que Tom Felton cuando vuelve a ser humano. Pero es otro de esos cambios que no entiendo, ya que, ¿si lo vas a poner, por qué no en su sitio? Ocurre algo muy parecido con la escena de la tienda antes de la primera prueba, que ha sido totalmente inventada, o casi. Cierto es que Hermione acompaña a Harry a la tienda pero no entra, donde me sigue faltando Ludo Bagman haciendo sus gracias, aunque parece que ese puesto se lo han dado a Filch, quien está hasta simpático. Por cierto, no creáis que Harry es tan bueno haciendo un Accio, ya que se ha pasado entrenando el hechizo desde que se enteró que tenía que luchar contra un dragón, y se inspiró un poco con ayuda de Hermione. Pero no lo pusieron y me parece bien que no lo hicieran, dado que hubiera supuesto alargar la película. 

Todo lo que está relacionado con las pruebas son los efectos especiales revelación de esta película, y el dragón está muy bien hecho. El vuelo de Harry en escoba… perdón, en la Saeta de Fuego, huyendo del colacuerno y metiéndose por las torres de Hogwarts es simplemente impresionante. La fiesta en la sala común de Gryffindor nos muestra algo que seguramente no veréis con los mismos ojos que yo: lo falsos que son los adolescentes y lo puñetero que se puede ser en un colegio, mientras convenga. A ver, desde que han seleccionado a Harry para el torneo, ha sido el paria de la casa (otra vez, porque ya lo fue en su segundo año cuando se supo que hablaba pársel), pero ahora que ha conseguido el huevo dorado, vuelve a ser el héroe de Gryffindor. Esta actitud se refleja muchas veces a lo largo de los libros, pero no tanto en las películas. Y me gusta cómo tratan el tema en ésta en concreto, porque es aquí cuando Ron se le acerca a Harry para decirle que se ha equivocado y que todo el que ahora le aplaude, antes le criticaba. 

 

Poco a poco nos vamos acercando al baile de Navidad. Otro fallo o error o tontería de la película: se supone que, cuando los chicos hacen sus maletas, llevan en ellas las túnicas de gala. Aquí, Ron la recibe en pleno comedor, ocasionando las risas de todos sus compañeros de casa. La clase en la que Minerva les enseña a bailar está muy bien y es bastante fiel al libro, pero lo que vuelven a cambiar de lugar es la petición de pareja para el baile. Es decir, en el libro Harry se lo pide primero a Cho y Ron a Fleur, con escasos resultados, para después decírselo a Hermione y que ésta se enfade recordándoles que es una chica. En la película lo hacen al revés. ¿De verdad alguien le ve motivo para el cambio? Y, por cierto, tenemos un gran fallo en la película: hasta donde yo sé, las hermanas Parvati y Padma Patil son de casas diferentes, la primera es Gryffindor y la segunda Ravenclaw. En la película, ambas son Gryffindor. 

Del baile tengo poco decir, si exceptuamos a Hermione. A lo largo de esta película Hermione deja de ser físicamente Hermione. Ya se empezaron a ver cambios en la anterior, donde su pelo era rizado, hecho con una permanente que además se nota que lo es, con todos los rizos bien colocados y en su lugar, en vez de tener un arbusto por cabeza como en la primera y segunda película. Pero a partir de ésta vemos un cambio muy significativo: Hermione ya no es castaña, sino que empieza a ser rubia. Y si os fijáis, según van transcurriendo películas, es más rubia aún. 

Hablando de cambios, hay que ver cómo ha cambiado Neville de la película anterior a la que nos ocupa, porque está cada vez más mono, dentro de lo que cabe y de lo que es el muchacho. Además, se le confiere mayor protagonismo: respetan sus escenas, cosa que no ha pasado hasta ahora. 

Pero volviendo a lo que íbamos, las escenas eliminadas antes, durante e inmediatamente después del baile tienen que ver con muchas cosas: más cartas de Sirius felicitando a Harry por ganar la prueba, el descubrimiento de que Dobby y Winky (grandes desaparecidos de esta película, junto a Ludo Bagman y Berta Jorkins) están trabajando en el castillo y la información que proporcionan, así como el día de Navidad con la entrega de regalos. También tenemos a Rita Skeeter metiendo su nariz por cualquier lado para sacar artículos malintencionados, llegando a realizar una entrevista a Hagrid sobre los ‘escregutos de cola explosiva’. Las apariciones de Colin y su hermano Dennis, que lo han cambiado por un pequeño llamado Nigel (quien le entrega la túnica a Ron). Así que, con todo esto, Rita no llega a publicar su artículo sobre la auténtica naturaleza de Hagrid, ni vemos las peleas entre Fred y George sobre lo que le escriben a Ludo Bagman en su carta reclamándole el dinero de la apuesta, ni a la nueva profesora de Cuidado de Criaturas Mágicas, que también se haría cargo de puesto durante el siguiente periodo escolar. O la visita de los chicos a Hagrid para convencerle de que vuelva a clase. 

Más cambios que se producen en esta parte de la película es que la visión que debía tener Harry al principio de la película, con la muerte del cuidador de la mansión Riddle, la tiene ahora. Otro más: la investigación sobre algo que ayude a Harry a respirar bajo el agua. en el libro, es Dobby quien le da las branquialgas después de despertarle en la biblioteca, ya que va a llegar tarde a la prueba. Además, se ha quedado solo porque uno de los gemelos ha ido a buscar a Ron y Hermione para decirles que Minerva les espera en su despacho. En la película lo que encontramos es que los chicos están en la biblioteca, llega Moody para llevarse a Ron y Hermione, diciéndole a Neville que le ayude, y es éste quien le facilita las branquialgas. Pequeños cambios que son entendibles y se agradecen. Aunque hasta que llegar a este punto hemos visto que han obviado una escena importante: cuando Harry sale del baño de prefectos y se encuentra con Peeves -quien le quita el huevo-, aparecen también en escena Filch, Snape y Moody. Nuestro amado profesor de Pociones ve el mapa, pero Moody dice que es suyo, aunque Snape no le cree y nos encontramos con toda la animadversión que existe entre ellos. Incluso Snape comenta algo de un registro en su despacho, y cuando Harry es preguntado por Moody respecto a eso, dice que vio al Sr. Crouch. Pequeños detalles, pero que son importantes en la trama. 

Sobre los efectos especiales de esta prueba cabe destacar el fondo del lago y los bichos que habitan en él, desde las sirenas a los grindylows. También la transformación de Victor en mitad tiburón. Echo de menos a Dumbledore hablando con la reina de las sirenas para averiguar qué ha pasado realmente bajo el agua, pero vamos, que según la película, Dumbledore tenía una videocámara o algo porque sabe qué ha pasado. Y es curioso de que sea ahora cuando me dé cuenta de un fallo de la película: ya os he dicho que se saltan a la torera las apariciones de Ludo Bagman, porque es un personaje que para ellos no existe, pero da la casualidad de que realmente es Ludo quien va a todas y cada una de las pruebas al castillo, más que nada, porque tras la primera prueba del torneo, Crouch ‘cae gravemente enfermo’ y quien le sustituye es Percy. Por lo tanto, la escena de Crouch y Harry hablando tras la prueba del lago es inventada, de la misma forma que está retocada la escena de la muerte de Crouch y la conversación en el despacho de Dumbledore. Realmente, Harry está hablado con Krum sobre Hermione, cuando aparece el señor Crouch en un dudoso estado mental. Le cuesta, pero al final, Harry consigue que Krum se quede con él y va a avisar a Dumbledore, pero Snape se lo impide momentáneamente. Hasta que al final, van todos al bosque donde han dejado al chico búlgaro con el funcionario ministerial y, ¡zas! El primero está desmayado y el segundo no está. Lo que tenemos en la película es un paseo del trío dorado y Hagrid, donde Harry se encuentra a Crouch muerto. 

 

¿Es comprensible el cambio? Sí y no. Cierto es que adelantan mucho la historia y la acortan, cosa que se agradece, pero no creo que quitar a Vicktor de en medio fuese bueno. Me da la impresión de que le quita misterio a la trama. 

Además, aquí unen dos escenas: en el libro, Harry avisa a Dumbledore, después surgen una serie de conjeturas entre el trío dorado con carta de Sirius, y finalmente Harry vuelve al despacho del director donde se encuentra a Fudge y Moody con Albus. Es cuando lo dejan solo y cotillea en el pensadero de Albus. En la película, se saltan las maquinaciones juveniles y unen ambas escenas para, tras avisar a Dumbledore de la muerte de Crouch (que no de su desaparición) con la otra visita, se meta en el pensadero. Además, en dicho objeto mágico, ve los juicios de Karkarov -quien acusa a Snape-, el de Ludo Bagman y también el de Barty Crouch Jr. Aquí sólo vemos el de Karkarov y cómo atrapan a Crouch Jr. En ningún momento se dan explicaciones sobre lo ocurrido a los padres de Neville, aunque Albus le explica a Harry algo acerca de Crouch Jr, aunque no toda la historia completa que sí sabe el chico gracias a Sirius -es decir, sabe que murió en Azkaban un año después de su ingreso- y por fin nuestro héroe dice eso de ‘He tenido un sueño’ (sí… como Martin Luther King). 

Aquí se vuelve a producir un cambio. Vemos la marca en el brazo de Karkarov en el momento en que sale del despacho de Dumbledore y Snape le acusa de robarle las branquialgas, cuando lo cierto es que en el libro esta escena tiene lugar tras una clase de pociones. Es más, esta escena realmente ocurre dentro de esa otra que obviaron donde Peeves ha robado el huevo a Harry mientras salía del baño de los prefectos. 

Otra omisión y que esta vez me duele mucho, es la de las visitas de los familiares a los campeones de los colegios. Es decir, vemos en la película al padre de Cedric, pero no aparecen ni los de Krum ni los de Fleur, mucho menos Molly y Bill Weasley con Harry. No sé, me parece injusto: o aparecen todos o no aparece ninguno. La prueba del laberinto no está mal, aunque es un pelín inexacta respecto libro. No aparecen las arañas gigantes, ni los escregutos, ni las esfinges, porque lo que tenemos es un laberinto lleno de niebla cuyas paredes de setos se cierran de repente o aparece un viento huracanado, pero sí tenemos a Krum atacando a los demás participantes. 

 

Un cambio grave, pero que me gusta, es la rivalidad entre Cedric y Harry. En el libro vemos cómo Harry ayuda a Cedric cuando Krum le va a atacar y cada uno se va por su lado. Pero cuando ven la copa, ambos discuten para ver quién la coge. En la película, Krum no ataca a Harry pero sí a Cedric, ante Harry. Lo desmayan y Harry tiene que impedir que Cedric le haga daño a Krum, para después empezar una cruda carrera a base de empujones y traspiés que termina con un Cedric tirado en el suelo, atrapado por unas raíces que lo van inmovilizando más y más. Surgen las dudas entre ambos: Cedric le pide auxilio a Harry, quien durante un momento, se plantea no dárselo, sino seguir hacia adelante y coger la copa. Pero el bien tiene que ganar y Harry hace lo que como héroe debe hacer. Si os paráis a pensar, creo que esta actitud de ‘no voy a salvarte, voy a por la copa’ demuestra la oscuridad que habita en Harry. Y por lo tanto es una inclusión muy acertada, amén de añadir más angustia y misterio a la situación. 

 

Afortunadamente, la parte del ritual la dejaron intacta: desde el asesinato de Cedric hasta el propio ritual en sí, lo mismo que con la llegada de los mortífagos. El renacimiento de Voldemort, aunque un pelín… asqueroso, está muy bien en lo que a efectos especiales se refiere. Otro más de los que tenían que alardear y ahora que tenemos a los nazarenos oscuros de vuelta en el cementerio, ¿alguien podría explicarme por qué cuando éstos se ‘aparecen’ realmente da la sensación de que ‘están volando’? No sé, digo yo que si ‘te apareces’ pues surges de la nada, no como un humo negro que atraviesa el cielo….Vale, admitámoslo, pillaron lo del ‘humo negro’ de Lost, a fechas me remito: la serie se estrenó en EEUU en el 2004 y la película se estrenó en el 2005. Qué casualidad, ¿no? (Como veis mi frikismo no se queda sólo en Harry Potter. Es algo que no puedo remediar xDD. Y si alguien sigue teniendo dudas: sí, contrasté los datos). 

Volviendo a la película, me surge una duda sobre un aspecto que no sé si Jotaká tuvo en cuenta o no. Hay un momento en el que Voldemort toca la cicatriz de Harry… Voy a suponer que aunque no hayáis leído los libros sí habéis visto las películas, así que no pienso avisar ni disculparme por el SPOILER que voy a soltar… ¿Cuándo Voldemort toca a Harry en la cicatriz no siente el Horcrux? ¿No se reconocen los cachitos de su alma entre ellas? Lo digo porque hay que ver la que monta el jodido relicario en ‘Las reliquias de la muerte’ cada vez que Harry lo lleva puesto. Así que no sé si fue que a Jotaká se le fue a olla, lo dejó pasar o simplemente NO le convenía que se reconocieran. Como tantas cosas que esta mujer cambia a su antojo de un libro a otro porque no le conviene. Así van las películas, inventándose una historia casi nueva. 

como iba diciendo, en la película respetan la versión del libro pese a pequeños cambios que se deben realizar para aligerar un poco (no hace el recuento exacto de sus mortífagos ni sufre del ataque de megalomanía excéntrica que experimentan todos los malos malosos donde explican sus planes y qué han hecho y cómo lo han hecho para llegar al punto donde nos encontramos, con el héroe habiendo caído en su trampa) pero también comenten un GRAN FALLO que viene arrastrándose de antaño. Me explico: en la clase de DCAO que imparte Moody en un principio y les enseña las imperdonables, también usa a Harry para enseñar cómo enfrentarse y contrarrestar el Imperius, gracias a su fuerza de voluntad. Así que, llegados a esta parte, cuando Voldemort intenta que Harry se postre ante él, el resultado es que hablando mal y pronto, se le hinchan los huevos porque el niño no lo hace. Es más, usa un hechizo que no se menciona, sólo se sabe que Voldemort gritó ‘Inclínate’ apuntándole con su varita y que Harry sintió una mano doblándole la espalda. Sin embargo, acto seguido, pretende que Harry le suplique, que le diga ‘No, por piedad’ y ahí sí usa un Imperius, que da como resultado que Harry grite ‘¡NO LO HARÉ!’. 

 

En la película no vemos nada de esto, es más, cambian el orden de los hechizos. En el libro, Voldemort le manda primero un par de crucios para deleite de los mortífagos mientras sigue atado contra la tumba de Tom Riddle Senior. después le ordena a Colagusano que lo suelte con motivo del duelo, que se lleva antes un par Imperius. En la película, primero le lanza el Imperius y luego el Crucio. Y de verdad, de acuerdo en que ‘el orden de los factores no altera el producto’ pero con lo puntillosa que soy, me enfadan y me tocan mucho ‘la moral’ (por no decir que me toca lo que físicamente no me cuelga como mujer).

La vuelta al castillo está muy bien, aunque la fastidian enormemente con el final de Barty Crouch Jr. Es decir, de repente pasan dos cosas: la primera es que Harry se convierte en Sherlock Holmes y descubre todo el pastel él solito; lo segundo es que Barty sufre de ese ataque megalómano excéntrico que no sufrió su amo. Pero aún así, no está bien hecho porque se dejan muchos cabos sueltos: la muerte de Barty Crouch Senior, cómo se enteró Voldemort del Torneo, lo que le pasó a Berta… Perdón, Berta no aparece en la película, pero ya sabéis a qué me refiero: fue ella quien se plantó en casa de los Crouch, descubrió a Barty Jr y papá Crouch la mandó de viaje con la mente modificada, pero se encontró con Colagusano, le frieron más el cerebro y se enteraron de los planes del Ministerio y de que Crouch hijo estaba libre. No se habla de la huída de Karkarov, ni vemos a Harry en la enfermería.

Faltan muchas cositas del final, como a Sirius y Snape dándose la mano en la enfermería para soltársela rápidamente. O la discusión entre Dumbledore y el ministro, aparte del monólogo explicativo marca Dumbledore que estamos acostumbrados a encontrarnos al final de los libros. O Harry dándole a los gemelos el dinero del premio con la condición de que le compren a Ron una túnica de gala nueva. 

¿Y para qué nos quitan esto? Para ponernos unas escenas muy monas con todos los alumnos en el patio despidiéndose, cosa que nunca hasta ahora han incluido y que hay que reconocer que se han saltado a la torera durante las tres películas previas. Porque vamos, yo no he visto en las anteriores los momentos que el trío dorado habla con Hannah Abbot y con Justin Flint-fletchey o con los otros miembros de Gryffindor (a no ser que se trate de momentos previos a un partido, donde sí aparece Wood). Pero aquí, todos se besan y abrazan con todos, todos se quieren, incluso los slytherin. Que por cierto, de nuestro rubiales favorito deciden no poner (¿cómo no? Sería un sacrilegio que colocaran una escena dedicada a Draco) el momento en el tren en que éste, amablemente, le recuerda a Harry que ya le avisó de que esto ocurriría y que debía posicionarse junto a quien mejor le convenía, pero que no lo hizo y ahora lo va a pagar caro. Tampoco se habla de la captura de Rita Skeeter por parte de Hermione, una auténtica lástima. 

Ya se ha terminado la película y no sé que opinar de ella. A ver, creo que como película independiente de una saga… no está tan mal. Hay aspectos de la trama que dejan sin explicar, pero bueno, he visto cosas peores. Ahora, como una película que pertenece a una saga marca el principio de una caída en picado que aún no sé cómo piensan remontar, y estamos a una película del final. Da mucho que pensar. Pero es muy posible que con el final de la saga tengamos un punto de vista general y que ofrezca mayor perspectivas. ¿Os lo parece, o estoy siendo muy optimista?

 


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Comentarios: 1
  • #1

    Jonathan (viernes, 15 mayo 2020 06:44)

    Excelente paralelismo entre la película y el libro. Hace poco terminé el libro y quería ver un análisis como el tuyo :D. Sin decir lo extraño que también fue que cambiaran el color del traje de Hermione para el baile de navidad, algon totalmente absurdo.
    Saludos.