La Cámara Secreta: diferencias entre el libro y la película.

Cartel promocional.
Cartel promocional.

Esta semana me toca destripar 'Harry Potter y la Cámara de los Secretos'. Adivinad qué: nada más empezar, ya tenemos que ajustarle las cuentas al título. Cierto es que en las versiones inglesas de ‘Harry Potter y la Piedra Filosofal’ ya hubo cambios en el título. Se pasó de un inglés británico a un inglés estadounidense, por lo que 'Harry Potter and the Philosopher's Stone' fue cambiado a 'Harry Potter and the Sorcerer's Stone'. Sin embargo, dicho cambio a nivel publicitario se puede entender y de hecho se le dio una explicación: la palabra philosopher podría suscitar en el público estadounidense la sensación de que el libro trataba sobre temas filosóficos en vez de ser un ‘cuento infantil’. (En serio, me niego a considerar la saga de Harry Potter como ‘infantil’, ya os daré mis motivos más adelante).

Como os decía en el artículo anterior, hay cambios que son necesarios, otros que son entendibles y otros que no se comprenden, ni se explican, ni tienen razón de ser. ¿Por qué he comentado lo del primer libro en sus dos versiones inglesas? Pues porque a Salamandra (editorial que ha editado los siete libros en España, y si no me equivoco, también en Sudamérica) le ha cambiado el título al libro. Así, porque sí. El título original del que nos ocupa es 'Harry Potter and the Chamber of secrets'. El título del que nos presenta Salamandra es 'Harry Potter y la Cámara Secreta'. Para aquellos que no sepáis inglés os comento que en la gramática inglesa existe el ‘genitivo sajón’, una forma de denotar la propiedad de alguien sobre algo. 

os iba a poner como ejemplo de genitivo sajón el título del primer libro... pero me he dado cuenta de que también se lo han comido. No obstante, en la traducción de aquél cambian de ‘La piedra del filósofo' ‘La piedra filosofal’ que, si me permitís apuntarlo, así tiene más sentido en español. Lo que no lo tiene es que en este libro se cambie ‘La cámara de los Secretos’ por 'La cámara secreta’. Es decir, en el título se pasa de referirse a ‘una sala que guarda cosas secretas’ a ‘una sala secreta’. ¿Alguien le ve la lógica? De acuerdo, una sala que esconde cosas secretas también es secreta... pero vamos, que ni por esas entiendo el cambio de título.

La versión escrita comienza con una discusión entre tío y sobrino por culpa de cierta lechuza blanca que no para de chillar dentro de su jaula. Además, es el cumpleaños de Harry, aunque para la familia es un día importante porque reciben la visita del matrimonio Mason. Dudley se dedica a molestar a Harry, después de que Petunia le haya mandado ciertas labores caseras y Vernon le dejara claro que no quería ningún ruido esa noche. Durante las tareas, Harry se da cuenta de que no ha recibido ninguna carta de sus amigos y tiene la sensación de ver unos enormes ojos verdes entre los arbustos. 

¿Cómo comienza la película? Con Harry mirando un álbum de fotos. Concretamente el álbum de fotos que le regala Hagrid en el curso anterior (según el libro, se lo da en la enfermería, según la película se lo da antes de subirse al tren y marcharse de vacaciones), lleno de fotos de ¿sus padres? Según el texto, deberían ser todas fotos de James y Lily, pero en la película se nos muestra una primera imagen de Harry con sus padres y el resto son fotos de ‘el trío de oro’. Lo siento, pero esto es un cambio que me parece absurdo. ¿Tanto costaba respetarlo? Total, económicamente les iba a costar lo mismo animar las imágenes de los chicos que las de los padres. Sin embargo, tras esto viene un cambio lógico: la escena que he descrito antes debería ocurrir a lo largo de un día, desde la mañana hasta la noche. Pero aquí no ocurre eso. Harry sale de su cuarto porque, efectivamente, Hedwig se ha puesto a ulular furiosa, y Vernon le ha llamado. Cuando llega al salón, ya están todos vestidos para la cena y se le da a Harry la indicación de ’quédate en tu cuarto y no hagas ruido’. Como digo, es un cambio lógico. 

Ahora aparece nuestro querido amigo Dobby. ¡Adoro a ese elfo! Pero mientras en el libro está escondido en la cama de Harry y éste le descubre cuando se va a sentar en ella porque su escuálido culo aterriza sobre él, en la película tenemos a Dobby saltando emocionado sobre el camastro de Harry. Volvamos a ser sinceras: había que lucir efectos y sin duda, Dobby era el efecto especial revelación de la película. La escena que se desarrolla en la habitación es bastante fiel al libro, con algún mínimo cambio que pasa totalmente desapercibido, pero está muy bien hecha. Sin embargo, sí se saltan un elemento importante: la carta del Ministerio que llega a la casa informando que Harry ha incumplido el ‘Decreto para la moderada utilización de la magia en menores de edad, 1875, artículo tercero’

 

En el libro, tras la llegada de dicha carta (vía lechuza, por supuesto) y de que los Dursley se den cuenta de que Harry les ha mentido al no informarles de que no le está permitido hacer magia fuera de la escuela, hay un castigo: la puesta de los barrotes en la habitación de Harry, aparte de su encierro en ésta, la falta de comida y demás cosas que siempre acompañan a los castigos que los Dursley le imponen a Harry. Durante tres días, nuestro héroe permanece encerrado en el dormitorio hasta que tres miembros de la larga prole de los Weasley aparecen para rescatarle. 

Fred y George han conducido el viejo Ford Anglia de su padre hasta Privet Drive, con Ron como acompañante. Consiguen retirar la verja de hierro de la ventana y entran al dormitorio para ayudar a Harry. Por cierto, parte del castigo recibido fue que a Harry le quitaran sus cosas del colegio y la varita, objetos que fueron encerrados bajo llave en la alacena que antes ocupaba el propio Harry. ¿Cómo los recuperan? Los gemelos utilizan el truco muggle de la horquilla en la cerradura para abrir la puerta, bajan en silencio por las escaleras y poco después vuelven con el baúl. Con cuidado y sin hacer ruido, meten todo en el coche a través de la ventana. Justo cuando están a punto de irse, Hedwig ulula furiosa desde su jaula, llamando la atención de su dueño para que no la dejen atrás. Es ahí cuando Vernon despierta y abre la puerta justo a tiempo para ver cómo Harry comienza a subirse al coche y le coge de la pierna para impedírselo, pero los gemelos y Ron tiran del chico con fuerza. Segundos después, Harry viaja libre hacia la madriguera con los hermanos contándole que estaban preocupados por él, en qué trabaja su padre y más cosas sobre el mundo mágico, además de que Harry también les cuenta lo que le ha pasado con Dobby. Por supuesto, no faltan las conspiraciones.

¿Qué tenemos en la película? Pues que al día siguiente de la cena y del accidente con el elfo, Vernon pone la reja en la ventana. Hasta ahí vale. Lo que no me trago es que esa misma noche los Weasley aparezcan para salvar a Harry, dando la sensación de que lo hacen porque sí, porque de alguna forma han tenido una inspiración divina, como si la neurona de Ron se hubiera despertado y dicho ‘¡Hey! ¡Vamos a salvar a Harry!’. Y por supuesto, no hace falta que nadie se baje del coche para ayudar a Harry o para recuperar sus cosas, porque está encerrado en el dormitorio con su varita. Tal vez lo más fiel de la escena sea el agarrón de Vernon al pie de Harry. Incluso el viaje en coche se lo saltan. Toda la charla que hay desde Privet Drive hasta La madriguera deja de existir para llegar directamente a la casa. 

¿Hasta dónde es entendible este cambio? Ya admití en el artículo anterior que soy muy tiquismiquis y tal vez aquí se vaya a revelar más que nunca. Si nos fijamos bien, en la mayoría de las películas pasan muy por encima de la convivencia de Harry con su familia biológica. Se centran más en lo mágico y, en varios casos, obvian lo muggle. Y claro, al hacerlo se comen muchas cosas... como ésta: Harry es un mago criado por muggles que odian la magia, y por lo tanto, no sabe nada del mundo al que supuestamente pertenece. Lo que descubre, lo va haciendo poco a poco, a través de las relaciones que establece Harry con los Weasley, Hermione (que admitámoslo, tiene complejo de biblioteca andante) y del resto de compañeros de clase, así como también de sus enemigos. Precisamente, como todos los que rodean a Harry y le conocen saben que ignora cómo es esa sociedad, le proporcionan toda la información que va necesitando en el momento justo. Que sí, que también es el recurso literario que ha utilizado Jotaká para introducirnos en el potterverso, eso no lo discuto. Pero en las películas, pequeñas explicaciones como las de la conversación mantenida en el trayecto a La madriguera son ignoradas Quienes hemos leído y releído y requetereleído los libros las conocemos, y nos duele que las obvien por cuestión de frikismo y fanatismo. Pero hay quienes no han leído los libros y ‘se pierden un poco’. Es más, ahora mismo se me ocurren varias anécdotas con amigos míos que han visto la película, pero no leído los libros. Os las contaré más adelante y os diré eso de ‘¿Recordáis que en el segundo artículo os advertí que en las películas pasaban de dar explicaciones? Pues precisamente por esto, un amigo me preguntó...’. Porque aunque realmente esta charla en concreto sea una tontería, hay otros aspectos que han obviado y no lo son tanto. 

Tras este desquite, volviendo a la comparación –lo sé, me enrollo más que una persiana– hemos llegado a La madriguera. En el libro se nos hace una descripción del exterior de la casa y creo que todos estaremos de acuerdo en que una imagen vale más que mil palabras, pero aquí hay otro cambio: Molly, o ‘mamá gallina’ como a mí me gusta llamarla. 

En el libro, los chicos intentan volver a casa como si nada hubiera pasado y darle la sorpresa a su madre en plan de ‘Mamá, mira quién ha llegado esta noche’, pero Molly les pilla. Les echa una bronca de órdago. De esas de las que da igual la edad que tengas, mamá es mamá, y mamá sigue teniendo todo el derecho a meterte en cintura, porque a fin de cuentas, eres su hij@. Y creo que todos sabemos cómo es Molly. En mi opinión, en la película suavizan bastante esa bronca. 

Sí, Harry está embobado con la casa de los Weasley, como tiene que ser. Nunca ha estado en la casa de un mago y la forma de ser de Molly (al menos en el libro) le cohíbe cuando, después de quedarse casi afónica gritándole a sus hijos, se acerca a él con buena cara y una actitud totalmente diferente diciéndole que pase a desayunar. Pero por ejemplo, esto vuelve a ser un caso claro y coherente de cambio de escena: no ha perdido su esencia (que Harry vea la casa de un mago y el enfado de Molly) pero la acortan para no rellenar minutos con algo que, realmente, no es TAN importante. 

¿Qué otras cosas se ignoran olímpicamente de la estancia de Harry en La madriguera? La desgnomización del jardín, por poner un ejemplo. O también, la discusión que mantienen los señores Weasley por culpa del Ford Anglia. Eso sí, debo corregir un error que he cometido unas líneas más arriba: Harry se entera a qué se dedica Arthur cuando éste llega comentando que ha tenido varias redadas esa noche. Ron, amablemente, le explica que su padre trabaja para el Departamento del uso indebido de la magia. Es más, esa información que le facilita ahora (y no en su momento correspondiente, según el libro), es lo que da pie para que Molly le diga a su marido que los niños han cogido el coche esa noche. Claro que en el libro lo hace cuando a Harry le explican acerca de la redada de la noche anterior. 

Como veis, también se vuelven a dar ‘saltos’ en el argumento. Ya expliqué unos cuantos en el artículo anterior (lo de los partidos de Quidditch) y aquí pasa lo mismo: la información se retrasa un poco, además de darse más sesgada, aparte de que también ‘adelantan e introducen a Ginny’ de forma diferente al libro. En éste, Harry no la ve nada más sentarse a la mesa a desayunar, sino que ha terminado de hacerlo cuando ella aparece y vuelve a irse, al verle allí sentado. Tras eso tiene lugar el castigo de la desgnomización y la consulta a los libros de Lockhart. Tras la escena en el jardín, aparece Arthur, pero como en la película se comen esa parte (de forma entendible) lo cambian un poco. He aquí otro cambio lógico. 

(Un pequeño inciso antes de continuar: más adelante os comentaré algo que tiene que ver con las escenas no contempladas en la película y algunos cambios dados, que tienen que ver con la llegada de Arthur).

 

Sin embargo, deben hacernos creer que Dumbledore es omnisciente, porque aparece Errol llevando las cartas del colegio, incluida la de Harry. Y desde allí parten hacia el Callejón Diagon. Cierto es que en el libro, cuando llegan las cartas, también está la de Harry, pero el chico ya lleva más de una semana en la casa. Lógico que lo sepa. En la película... no lo es tanto, pero claro, como Dumbledore ‘ya lo sabe’, nos transmite la imagen del merlinizado mago todopoderoso que han intentado hacernos llegar, tanto en las películas como por parte de la propia Jotaká.

Lo dicho, que nos vamos al callejón y ocurre lo que ocurre: Harry no tiene ni idea de usar los polvos Flu y acaba en el callejón Knockturn en vez de en Diagon. ¡Y se vuelven a comer una escena! Esta vez, una de las grandes. De las importantes. De las que no tienen razón de ser. En resumen: en la película le vemos salir de una chimenea y caer en una tienda lúgubre. Mira un par de cosas y se va. En el libro vemos cómo Harry se asusta sin saber a dónde ha ido a parar pero, sobre todo, cómo se esconde cuando ve a los Malfoy llegar a la tienda. Padre e hijo vienen a hacer negocios en ese oscuro establecimiento que es Borgin & Burke donde, además, Harry descubre por sí mismo que es cierto que los Malfoy son magos oscuros, con una amplia colección de objetos tenebrosos de los que deben deshacerse. Y encontramos cierta tendencia de Draco a apropiarse de lo ajeno cuando se fija en la ‘mano de la gloria’. Pero lo mejor de todo: la reprimenda del padre al hijo por sus notas, porque ‘una sangre sucia’ saque mejores notas que él y, por supuesto, el recordatorio de que han de ser respetables a ojos de la sociedad, por lo que lo mejor es llevarse bien con Potter en público. 

para mí es una decepción la falta de esta escena, entre otras cosas porque nos da a conocer más sobre cómo es Draco realmente. Nos deja entrever cómo se comporta su padre con él, qué es lo que espera su familia, las esperanzas que hay puestas sobre sus hombros, la envidia que le tiene a Hermione y cómo le corroe sentirla, excusándose como cualquier niño ante un padre molesto. Pero claro, se me olvidaba que ya desde la primera película el enfrentamiento entre Draco y Harry pasa desapercibido... más de lo que parece. 

También me duele mucho que desaparezcan los padres de Hermione. Si de ellos sólo sabemos que son dentistas porque apenas se da información en los libros, para una vez que salen relacionándose con los magos, van y lo quitan. Mentira... se les ve un segundo. Una auténtica lástima. ¿Cómo lo han conseguido? saltándose parte del reencuentro entre Harry y Hermione y la visita a Gringotts, donde nuestro muchachito de ojos verdes se siente muy mal porque tiene montones y montones de oro en una cámara, mientras que la familia que lo acoge apenas tiene unas moneditas.

Tras esto todo parece seguir su curso natural: visita a Flourish & Bott's con enfrentamiento entre Draco y Harry con la consiguiente defensa de Ginny, y la pelea entre Lucius y Arthur. En la película queda como una simple discusión verbal y no llegan a los puños como en el libro. Lo dicho: hay que dar ejemplo, comportarse y ser buena gente. De ahí que no haya habido encontronazo entre los puños de uno y la cara del otro, o que no se insinúe que Draco podría estar interesado en un artefacto que sólo ilumina los objetos para quien sea su portador, por lo que supone un gran aliado para ladrones y saqueadores. 

Llegamos ahora a un punto del que realmente no sé qué pensar: el viaje en el Ford Anglia hasta el castillo. En ambos medios, Harry demuestra tener media neurona y dice: “Podríamos esperar a tus padres en el coche”, por eso de que es lo lógico de hacer. Pero no, Ron tenía que abrir su bocaza y decir: “Vamos al castillo con el coche”. La escena va bien, e incluso consiguen que resulte amena, hasta que llegamos al castillo. Tenemos el choque con el Sauce Boxeador y la huida del Ford Anglia hacia el Bosque Prohibido. Los chicos se han perdido la selección de los nuevos alumnos y aquí aparece otra separación entre las versiones. En la escrita, Snape les sorprende espiando el interior del Gran Comedor por una ventana. En la cinematográfica, Filch les estaba esperando en las escaleras y los lleva con Snape. Otra diferencia: Snape los deja un momento a solas para ir a buscar al director y a la jefa de Gryffindor. En la película, Dumbledore interrumpe los gritos de Snape para decir que no, que los chicos no se irán. 

 

¡Bien! ¡Otro salto en la línea temporal! ¡Cómo me gustan! (Por favor, léase con ironía). Según el libro, tenemos lo siguiente: 

 

 

  1. Desayuno en el comedor, con Howler de Molly a Ron.
  2. Intercepción de Lockhart a Harry antes de entrar a clase.
  3. Clase de Herbología
  4. Clase de Encantamientos, que a Ron se le da fatal porque su varita está rota.
  5. Recreo después del almuerzo, con presentación de Colin Creevey, pidiéndole a Harry permiso para hacerle una foto, y apariciones estelares de Draco Malfoy para meterse con Harry y de Lockhart para aprovecharse de la fama de éste.
  6. Clase de Defensa contras las Artes Oscuras, donde atacan los ‘Duendecillos de Cornualles’.

 

 

Según la película: 

  1. Clase de Herbología, con desmayo tonto de Neville.
  2. Almuerzo con el Howler y presentación de Collin Creevey.
  3. Clase de Defensa contra las Artes Oscuras.

 

No voy a hablar de las escenas que faltan, ya que agradezco que no estén. Lo siento, pero no soporto a Lockhart. Es un gilipollas redomado y un personaje al que no le veo sentido. No sé qué fumó Jotaká cuando lo creó pero, sinceramente, es el profesor de Defensa más insulso que ha habido en los siete libros. Y la falta de la aparición de Draco peleándose con Harry va por su versión enésima, ¿no? (Hummm... creo que en el último artículo incluiré el número exacto de veces que estos dos no aparecen peleándose cuando deberían hacerlo).

 

Lo de Encantamientos, vale... de hecho en el libro se pasa por encima. Me parece bien que no esté. El desmayo tonto de Neville es otra de las cosas a las que no le veo lógica. A ver, si hacemos memoria y nos adelantamos un poco en las películas, veremos que es Seamos, nuestro querido irlandés, el que siempre mete la pata en las clases de Pociones cuando realmente es Neville quien lo hace. Y es a Neville a quien se le dan estupendamente las plantas. ¿Alguien le ve la lógica a la inversión de papeles? Es decir, que sea Seamus quien la fastidia en Pociones y Neville en Herbología, a pesar de que Seamus no tenga problemas en ésta asignatura. 

Mucho menos se la veo al cambio de las acciones en la línea temporal. Simplemente, me parecen cambios absurdos. Pasamos del original ‘Desayuno →Clase → Clase → Almuerzo y descanso → Clase’ a ‘Clase →Almuerzo → Clase’, juntando lo que pasa en el desayuno con lo que pasa en el almuerzo. Me diréis: “pero es que es lógico, Pes. Están ahorrando escenas para no alargar la película”. Cierto. Eso no voy a negarlo, pero entonces, ¿porqué no poner ‘Desayuno → Clase → Clase’? ¿Por qué darle juego al ‘Clase → Almuerzo → Clase’? Tal vez no me esté sabiendo explicar. Lo que me gustaría entender es la arbitrariedad en la que se basan estos cambios. En plan de ‘esto no encaja aquí, pues lo pongo allí’, ‘esto no me gusta aquí, lo paso para el otro lado’, así porque sí. Porque ellos lo valen. 

Algo de agradecer es que en la película no se hayan puesto tan pejigueros con Colin como en el libro. De verdad, es un personaje que puede llegar a hacerse cansino... aunque le acabas cogiendo cariño, para qué negarlo. Siempre con su cámara, exasperando a Harry y levantando las sospechas de Wood durante el primer entrenamiento de los Gryffindor. ¡Otra vez toca dar ejemplo! Recordemos que hay cierto encontronazo en el entrenamiento: aparecen los Slytherin (luciendo sus nuevas Nimbus 2001, ‘cortesía’ de Lucius) y Draco insulta a Hermione llamándolasangre sucia. Aquí hay dos cambios significativos. En el primero, todo el equipo de Gryffindor salta literalmente sobre Draco, que no recibe un par de puñetazos por parte de los gemelos gracias a que Flint se pone delante para taparlo. El segundo cambio se produce acto seguido en la cabaña de Hagrid. Por primera vez, Hermione reconoce no saber qué significa lo de sangre sucia, aunque admite que fue muy grosero. Es Ron quien, entre babosa y babosa vomitada, explica lo que es ser un sangre sucia y un sangre limpia

En la película, sólo vemos a Ron fallar con su maldición tragababosas mientras el resto del equipo se queda parado como si no hubiera pasado nada, a Colin sacándole una foto y a Hermione explicando lo que es ser sangre sucia. Tampoco escuchamos a Hagrid criticar a Lockhart. Otra lástima, porque Hagrid siempre tiene buenas palabras para todos los profesores de Hogwarts (exceptuando el caso de Umbridge) y en esta ocasión nos explica qué hace Gilderoy dando clase en el colegio: no había nadie más para el puesto. Y habla por primera vez de ‘la maldición del profesor de Defensa’.

 

Se saltan de nuevo una escena que, aunque no es importante en sí misma, le da coherencia a lo que ocurre después: McGonagall les informa a los chicos del castigo que tendrán que cumplir. Concretamente, Harry deberá cumplir sus castigos por la noche en el despacho de Lockhart, ayudándole a responder el correo. Lo que vemos en la película es cómo directamente el chico está ahí, ayudando con las cartas mientras el profesor va firmando fotos suyas para enviársela a las fans. 

Y, de nuevo, volvemos a dar un salto en el tiempo y en el argumento del libro. Es decir, se saltan un capítulo para juntar el castigo de Harry con Lockhart. En la película vemos que durante el castigo, Harry escucha al basilisco por las paredes. Y lo mismo ocurre en el libro, en la primera sesión de firmas de fotos. Tras eso, nos encontramos con que Nick Casidecapitado invita a Harry a su cumpleaños de muerte, que Harry acaba en el despacho de Filch donde se entera de que éste es un squib. Harry acude a dicha celebración, donde conoce a Mirtle la llorona y es al salir de la fiesta (día de Halloween, por cierto) cuando se encuentran con el mensaje pintado con sangre en la pared y a la Señora Norris petrificada. En la película pasamos directamente del castigo a encontrarnos con el mensaje. Este tipo de cambios son algo que entiendo y defiendo: nos quitan partes de la trama que realmente no son importantes y nos llevan directos a la acción. 

Aquí son bastante fieles con respecto a la escena, excepto por el escenario. Es decir, la charla de lo que ha pasado con la gata tiene lugar realmente en el despacho del conserje (además de tener referencias al ser un squib por parte de Filch para atacar al animalejo), no en medio del pasillo. Y desde luego, en el libro se explica que vienen de la fiesta del cumpleaños de muerte de Nick, pero como en la película eso no sale, es Gilderoy quien defiende a Harry del ataque de Snape, diciendo que Harry estaba en un castigo con él. 

Tras eso, al menos en el libro, tienen lugar las escenas de los chicos haciendo deberes, hablando de lo que ha podido pasar, charlas entre ellos con Percy sobre Ginny (que parece estar muy afectada por lo de la gata). Incluso, cómo entran en el baño del segundo piso para hablar con Mirtle, fijándose también en el comportamiento de las arañas. A eso le añadimos que Hermione no recuerda la leyenda de la cámara de los secretos y va a la biblioteca a por un ejemplar de ‘Hogwarts, una historia’. Al no encontrarla, usa la clase del profesor Binns que, a fin de cuentas y por muy fantasma que sea, es el profesor de historia, para recordar la clase. En la película, pasan de esas escenas para ir directamente a la explicación de la leyenda, por Minerva McGonagall. Se puede entender: Binns es un fantasma, suponía contratar a un actor nuevo para después tratar a su personaje con efectos especiales. Era más económico usar a alguien de la plantilla de actores y que además, lleva un personaje muy conocido como es Minerva. Lo que no se puede entender tanto es lo que ha pasado con Ginny: se han comido parte de su papel y eso, después de todo, acaba notándose en el final de la película. 

Es aquí cuando llega el cambio de la película que más me cabrea. Conseguir un ejemplar de Moste Potente Potions. En la versión original, elaboran un plan para que Gilderoy les firme un permiso especial para conseguir el libro en la biblioteca, pero a pesar de eso, la bibliotecaria tiene reticencias a dárselo. ¿Por qué hace falta este permiso? Pues porque el libro está en la Sección Prohibida de la biblioteca. En la película, en cambio, el libro es accesible para cualquiera que quiera cogerlo. No sé, opino que hay que ser un poco más cuidadoso con este tipo de detalles, porque no es lógico que los chicos puedan obtener sin más un libro que les explica cómo hacer una poción para cambiar su apariencia física.

El partido de Quidditch contra Slytherin donde Harry acaba perdiendo los huesos del brazo por culpa de Gilderoy es muy fiel al canon, quitando la parte de la enfermería donde hay mucho más barullo y Draco ni siquiera está allí. Uno de los gemelos le dice a Harry que ha oído a Flint gritándole a Draco por su mal juego, y Poppy (la enfermera) echa a todos de la habitación. Hasta ahí todo correcto, incluyendo la charla entre Dobby y Harry. 

Pero una vez más el libro y la película vuelven a diferir en la línea temporal de los sucesos. En el libro tenemos lo siguiente: 

 

 

  • Los chicos roban en clase de Pociones los ingredientes necesarios para hacer la multijugos.
  • Más que nada porque varios de ellos son peligrosos y de uso restringido.
  • Club de duelo, con Harry hablando en pársel y Lockhart intentando lucirse más que los pavos reales albinos de Malfoy.
  • Charla del trío dorado, explicándole a Harry lo que supone hablar pársel.
  • Todo el mundo marginando a Harry y éste, a su vez, comiéndose la cabeza pensando que es un bicho raro.
  • Hay un nuevo ataque, esta vez hacia Justin Finch-Fletchely y Nick Casidecapitado.
  • Harry acaba en el despacho de Albus, porque le han vuelto a pillar en la ‘escena del crimen’.
  • Reunión en el baño para hacer la poción.

 

 

En la película tenemos: 

  • Los chicos haciendo la poción en el baño.
  • Club de duelo.
  • Charla sobre el pársel.
  • Todo el mundo marginando a Harry.
  • Nuevo ataque del basilisco.
  • Despacho del Dumbledore.

 

Hay que reconocer que, como buena fan de Severus que soy (a pesar de que pienso que es un asesino, un maleducado, antisocial, rencoroso y que precisamente agraciado no es, recordemos sus dientes amarillos, piel cetrina y pelo grasiento), me molesta que no aparezca la escena de su clase. Pero también, desde mi punto de vista tan tiquismiquis, me fastidia que no lo haga por cuestión de coherencia: es imposible que los chicos tengan los ingredientes que hacen falta para la multijugos en su set básico de pociones. 

Volviendo a la película, después de la visita al despacho del director, los chicos terminan con la poción y se la toman. De ahí, se van a la sala común de Slytherin. Una parte bien hecha. Tras eso, tenemos otra visita al baño donde Harry recupera el diario de Riddle (1) . Eso y el recuerdo que genera dicho objeto, resultan muy fieles al canon. Nada que objetar aquí, salvo para alabar que decidieran omitir la parte de ese soneto tan bonito…

 

Tiene los ojos como un sapo en escabeche
Y el pelo negro como una pizarra cuando anochece.
Quisiera que fuera mío, porque es glorioso,
el héroe que venció al Señor Tenebroso.

 

¿A quién no le ha pasado algo similar? ¡Qué bochorno! Pero bueno, decidieron no ponerlo y eso es un punto a su favor. Así que he ahí una omisión lógica.

El transcurso de los hechos sigue su curso: los chicos hablan, sospechan de Hagrid, la destrucción del cuarto de los chicos en busca del diario, la cancelación del partido de Quidditch porque han petrificado a Hermione, la visita de los chicos a la cabaña de Hagrid, el arresto de éste y la destitución de Albus como director del colegio por parte de la Junta. Todo eso va bien, contado de forma ligera. Es más, se han ventilado dos capítulos y algo en apenas unos minutos, a pesar de que para el resto de lo que os he contado hasta ahora llevan una hora y media. 

Sobre la visita a Aragog en el Bosque Prohibido no tengo nada que decir, ya que lo hacen a su debido tiempo. Aunque cierto es que en el libro no tiene lugar inmediatamente después de la detención de Hagrid, sino que pasa un mes con el pequeño Malfoy haciendo de las suyas por ahí, metiéndose con Harry como puede y ensalzando la labor de Snape, llegando a instarle para que se presente a nuevo director. Vuelven a omitir algunas interacciones de los chicos con Ginny, y casi no se la nombra en la película hasta que descubren que ‘el monstruo de Slytherin se ha llevado a Ginny’. 

La charla entre los profesores para que Gilderoy vaya a la cámara en busca de la joven pelirroja, el intento frustrado de huída por parte del profesor y la bajada a dicha cámara resultan escenas prácticamente perfectas. 

El encuentro entre Tom y Harry está muy bien y nos revelan la verdad: Ginny fue quien abrió la cámara dejando libre al basilisco, quien pintarrajeó la pared (y mató a los pollos de los que consiguió la sangre para hacerlo) e hizo más cosas para seguir las instrucciones de Tom. Ahora explicadme algo: ¿cómo puede ser que una alumna esté a punto de morir y que no se avise a sus padres? Porque al menos en la película, no se les avisa. En el libro sí, como es lógico. Sí mantienen las explicaciones que le da Albus a Harry sobre su habilidad para hablar pársel y la liberación de Dobby, junto a la recuperación de Hermione y del resto de petrificados y la excarcelación de Hagrid. 

 

Sé que he sido muy pejiguera con esta película y admito haber ido capítulo a capítulo comprobando y parando el DVD (como la vez anterior). Teniendo esto en cuenta, puedo decir que al igual que en el caso de ‘La Piedra Filosofal’, considero que a pesar de sus cambios es muy fiel al libro. La mayoría de los cambios son totalmente entendibles, aunque sí me molesta que fueran incapaces de dar algunas pautas sobre Ginny, que no ofrecieran pistas desde un principio de que era ella la que había reabierto la cámara. Pero bueno, al menos respetan esa parte de la historia cuando Tom le explica todo a Harry. 

Y ya para terminar os diré lo que quería contaros desde hace unas cuantas líneas atrás. Para mí cada libro tiene una frase que es especial. Puede o no tener que ver con el argumento. Puede ser simplemente una oración que alberga cierta interpretación. En este caso, al no incluir la visita de los señores Weasley al castillo debido a lo sucedido con Ginny, no han incluido esa frase dicha por Arthur: 

 

“¿No te he enseñado una cosa? ¿Qué te he dicho siempre? 
No confíes en cosas que tengan la capacidad de pensar pero de las cuales no sepas dónde tienen el cerebro”.

 

Lo dicho: adoro esa frase, y aunque no la pusieron en el guión, sí incluyeron otra muy buena en la escena en la que Arthur conoce a Harry:

 

“Escucha, Harry, debes saber mucho de muggles.
Dime, ¿cuál es exactamente la función del patito de goma?”.

 

Sé que es una tontería, pero no podía terminar este artículo sin hacer un pequeño comentario a dos de las frases que más me han gustado en toda la saga, tanto en la versión escrita como en la cinematográfica.

Y sin más, me despido de vosotras hasta dentro de muy poco, dándoos las gracias por compartir esto conmigo.

 


(1) En la versión original, el nombre de Voldemort es Tom Marvolo Riddle y en la versión salamandrina se llama Tom Sorvolo Ryddle. El cambio se produjo por el anagrama que hizo la autora con el nombre. “I am Lord Voldemort” pasa a ser “Soy Lord Voldemort” en la traducción española. 

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